Gracias al telescopio espacial Hubble un equipo de científicos de la NASA acaba de detectar lo que, según informaron a través de la página web del organismo, es la estrella individual más lejana jamás registrada hasta el presente.
Se trata de la estrella Earendel que, según explicaron los especialistas, tiene al menos 50 veces la masa de nuestro Sol y es millones de veces más brillante y acaba de establecer un punto de referencia sin precedentes para la historia de la astronomía: detectar la luz de una estrella que existió dentro de los primeros 1.000 millones de años después del nacimiento del universo en el Big Bang.
El hallazgo fue posible a partir de los datos recopilados durante el programa Estudio de la Reionización con lentes gravitacionales en cúmulos (RELICS, por sus siglas en inglés) del Hubble, que estuvo a cargo de Dan Coe, miembro del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial, en Baltimore, EE.UU.
“Es un descubrimiento sin precedentes. Sin duda, es una nueva y emocionante observación digna de los `libros de récords`”, afirmó Coe.
“La luz de la anterior poseedora del récord, una enorme estrella azul llamada Ícaro, tardó 9.000 millones de años en llegar a nuestro planeta. Ahora, fue desbancada por Earendel, cuya luz tardó 12.900 millones de años en llegar a la Tierra”; agregó el científico.
Desde la NASA afirmaron que este gran hallazgo no solo amplía la comprensión del universo, sino que crea un área emocionante de investigación para el trabajo futuro del Hubble.
"Al principio casi no lo creíamos: estaba mucho más lejos que la anterior estrella de mayor desplazamiento al rojo más distante", comentó, por su parte, el astrónomo Brian Welch, de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore y autor principal del descubrimiento.
"Normalmente, a estas distancias, las galaxias enteras se ven manchas pequeñas, donde se mezcla la luz de millones de estrellas. La galaxia que alberga a esta estrella ha sido ampliada y distorsionada por lentes gravitacionales en una larga media luna que llamamos el Arco del Amanecer", agregó el especialista.
Ahora, los astrónomos esperan que Earendel permanezca muy magnificada en los años venideros para poder ser observada y estudiada mucho más pormenorizadamente por el telescopio espacial James Webb de la NASA.
“Con Webb esperamos confirmar que Earendel es de hecho una estrella, así como medir su brillo y temperatura. Estudiar Earendel será una ventana a una era del universo con la que no estamos familiarizados, pero que condujo a todo lo que conocemos. Es como si hubiéramos estado leyendo un libro muy interesante, pero comenzamos con el segundo capítulo, y ahora tendremos la oportunidad de ver cómo comenzó todo", agregó Welch.
Por último, los científicos hicieron hincapié en que no debe confundirse a Earendel con la estrella más antigua conocida hasta el momento, apodada “Matusalén”, que también fue descubierta por el Hubble, en el año 2013.
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