Mientras se encontraban supervisando la construcción de una serie de viviendas para ancianos en pleno centro de la ciudad de Nuremberg, Alemania, un equipo de arqueólogos se topó con una sorpresa totalmente inesperada y espantosa al descubrir los esqueletos de más de 1.000 personas, probablemente víctimas de la peste, en lo que, según afirmaron, es el cementerio humano más grande jamás descubierto en Europa hasta el presente.
La fosa común contenía los restos de niños metidos entre adultos, enterrados en pilas y en perfecto estado de conservación, en tanto que la gran mayoría presentaba un llamativo color verde, supuestamente procedente de un molino de cobre cercano.
Además, junto a los restos humanos fosilizados, los arqueólogos también encontraron botones, ganchos y hebillas como, así también, una gran cantidad de monedas.
"Para ser honesto, no me di cuenta de lo que teníamos allí", oomentó, a All That Interesting, Julian Decker, titular de la empresa In Terra Veritas que realizó las excavaciones.
"Vimos un puñado de huesos humanos, y, al principio, pensamos que debían ser víctimas del bombardeo de Nuremberg en 1943. Así que informamos a las autoridades y, sólo por seguridad, datamos con radiocarbono uno de los huesos", agregó el arqueólogo.
Precisamente, gracias a ese método, los especialistas lograron determinar que los huesos encontrados datan de entre finales del siglo XV y principios del siglo XVII.
“Nadie esperaba que hubiera tumbas o incluso fosas comunes llenas de cientos de cuerpos. Así que la sorpresa fue bastante abrumadora cuando descubrimos lo que se escondía allí. Creemos que puede haber más de 2.000 esqueletos, por eso vamos a seguir excavando en la zona”, concluyó Decker.
Galería de imágenes
Comentarios