Pandemia de por medio, hoy, 2 de noviembre, la ciudad colombiana de Medellín está cumpliendo 345 años desde que fuera oficialmente fundada por el entonces capitán general y gobernador de Antioquía, don Miguel de Aguinaga y Mendigoitia, bajo el nombre originario de Villa de Nuestra Señora de La Candelaria de Medellín.
Nacido en 1964 en la villa de Eibar, Guipúzcoa, Aguinaga decidió bautizarla con ese nombre en honor al entonces conde de Medellín, quien era el Presidente del Consejo de Indias y uno de los que más interés hizo para la fundación de la ciudad.
Después de la ceremonia oficial de la erección de la villa, Aguinaga realizó un censo en la ciudad que arrojó un saldo de 3.500 habitantes. Además, instaló el primer Cabildo o Ayuntamiento, consagrando como santo patrono de la nueva villa a san Juan Bautista y a Nuestra Señora de la Candelaria cuya iglesia en su honor fue la primera que se construyó en Medellín, en 1649.
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Más antigua que su fundación
En realidad, la ciudad que hoy conocemos como Medellín inició su vida en 1475 ya que los libros de historia de Colombia, dan cuenta de que el 24 de agosto de ese año, el capitán Jerónimo Luis Tejelo; enviado del mariscal Jorge Robledo, descubrió el Valle de san Bartolomé de los Alcázares donde fundó la ciudad de Santa Fe de Antioquia.
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Los indígenas que habitaban la zona la conocían como el Valle de Aburrá y es el territorio donde actualmente se asienta Medellín, una de las principales ciudades de Colombia. Sin embargo. Tejelo la bautizó así por haber llegado al lugar el día del Apóstol San Bartolomé, según el calendario cristiano,
Muchos años después, el 2 de marzo de 1616 el licenciado don Francisco de Herrera Campuzano, Oidor de la Real Audiencia y visitador de la provincia de Antioquia, fundó el poblado de San Lorenzo de Aburrá, en el sector conocido como el poblado y que sería la futura semilla de la actual Medellín. El lugar era habitado por unos 300 indígenas que vivían allí desde principios del siglo V a.C. y que, según los historiadores, opusieron poca resistencia por lo que, en 1649, se trasladó la iglesia de San Lorenzo para acercarla a los feligreses, dando origen, junto a 12 casas, al poblado de San Lorenzo de Aburrá.
El traslado se hizo a las tierras comprendidas entre la quebrada de Aná y el río Medellín y la iglesia se puso a la advocación de Nuestra Señora de la Candelaria. Tiempo después, se pidió a la Real Audiencia la elección en Villa de su población, para lo cual se estableció un padrón para determinar el número de habitantes.Y, si bien la tarea fue iniciada por el gobernador don Francisco Montoya y Salazar, finalmente, el 2 de noviembre de 1675, don Miguel de Aguinaga y Mendigoitía dio cumplimiento a la Cédula Real dictada por la entonces reina gobernadora de España, Mariana de Austria y fundó la ciudad de Medellín.
Finalmente, el 7 de abril de 1826, Medellín fue nombrada Ciudad Capital y se trasladó la sede del gobierno que estaba ubicada en la ciudad de Santa Fe de Antioquia.
Atractivos naturales y culturales
A la hora de visitar y conocer sus principales atractivos, la Plaza Botero en donde pueden apreciarse esculturas gigantes del artista Fernando Botero, el Museo de Antioquia y el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, con su estilo gótico y su increíble terraza en la azotea desde la que se tienen las mejores vistas del centro de la ciudad, son las más buscadas por los turistas.
Otro de los lugares que no pueden dejar de ser visitados es el Parque Berrío ya que si bien forma parte del centro financiero y comercial de la ciudad, conserva gran parte del encanto de antaño y es un lugar de encuentro habitual para los lugareños.
Si bien la plaza no es muy bonita, cuenta con uno de los monumentos más hermosos y emblemáticos de la ciudad: la Iglesia de la Candelaria. De un color blanco impoluto, el templo luce un estilo colonial muy hermoso, pero también guarda un particular secreto: uno de los pasajes aledaños a la iglesia se ha convertido en la calle del porno ya que decenas de vendedores con puestos ambulantes repletos de películas pornográficas abarrotan la zona.
Ya en las afueras de la ciudad, se encuentra la localidad de El Poblado, una comuna donde viven las clases más pudientes de la ciudad en la que sobresale el famosísimo Parque Lleras. Se trata de una plaza con sus calles aledañas abarrotadas de bares, restaurantes y de discotecas de rumbeo.
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