El senderismo es una actividad cada vez más popular durante las vacaciones, pero una salida a la montaña o al campo puede acabar con una consecuencia no deseada en los pies: las ampollas. La cuestión es si es bueno pincharlas para extraer el líquido acumulado en su interior. En absoluto, dice el profesor Martin Scherer, médico general del Hospital Universitario de Hamburg-Eppendorf (UKE). “Esto se convierte en una herida abierta que es susceptible de infectarse y llenarse de gérmenes”, advierte Scherer. Si la ampolla ya está abierta, debe ser desinfectada a fondo.
En lugar de pincharla, el experto recomienda parches para ampollas por tres razones: en primer lugar, la ampolla quedará bien protegida, es menos susceptible a la fricción y no se desgarra más. En segundo lugar, los parches con ingredientes activos aseguran una cicatrización más rápida de la herida y, en tercer lugar, también protege de la suciedad.
”Las ampollas en los pies ocurren cuando un área de nuestra piel está sometida a un estrés inusualmente alto, por ejemplo por fricción -explica Scherer-. La fricción hace que las capas de piel del área afectada se separen entre sí, creando un espacio hueco en el que fluye el líquido intersticial”. La causa más común de esta fricción dañina son los zapatos demasiado apretados o que aún no se han adaptado al pie. Una carga incorrecta en el pie o los calcetines equivocados también pueden causar ampollas.
dpa
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