En el Día Mundial del Medio Ambiente, National Geographic estrena hoy a las 20 la producción argentina “Héroes de la conservación”, que refleja en dos episodios de una hora (de emisión consecutiva) seis historias de tenacidad y dedicación, llevadas adelante en distintas latitudes de nuestra geografía y narrados en off por Ricardo Darín.

La extraña tarántula de un cuerno
Veremos paisajes tan distintos como fascinantes y un mismo hilo conductor: la esperanza de cambiar la realidad de muchas especies que se encuentran en situación crítica y conocer de cerca el relato de sus protagonistas, las personas que están detrás de los proyectos poniendo corazón, esfuerzo y pasión en el trabajo.
Gato andino, águila coronada, caballito de mar patagónico, tordo amarillo y el puma, además del Centro de Rescate de Fauna de la Ciudad de Buenos Aires, son el centro de estas dos emisiones.
Filmado en ocho provincias de la Argentina y en algunos lugares inhóspitos de nuestro territorio, este trabajo nace de la necesidad de visibilizar algunas de las tantas historias que forman parte de proyectos apasionados y silenciosos sobre conservación.

El Impenetrable: crónicas en la naturaleza

¿Para qué usan su luz las luciérnagas?
Por ejemplo, el águila coronada y el tordo amarillo ven amenazado su desarrollo y se los considera en peligro de extinción a nivel nacional e internacional. En las costas de la Bahía San Antonio, en Río Negro, vive el caballito de mar más austral encontrado en el Océano Atlántico: el Hipocampo Patagónico (Hippocampus patagonicus), una de las más vulnerables y amenazadas en el mundo. En Las Grutas, el biólogo especialista Diego Luzzatto trabaja en su estudio y protección, desarrollando técnicas para el seguimiento poblacional. Y tanto el gato andino (conocido como el “fantasma de los andes”) como el puma ven cambiar su hábitat. La identificación y seguimiento de estos felinos es prioridad para esforzados científicos,.
Finalmente, el Centro de Rescate de Fauna de la Ciudad de Buenos Aires surgió por el trabajo conjunto de la Fundación Caburé-i y el Ecoparque, y funciona gracias a un equipo de trabajo liderado por Manuel Encabo y un programa de voluntariado ad honorem. Allí se reciben todo tipo de animales silvestres que conviven en la zona metropolitana y que llegan por lesiones, abandono o son rescatados por el mascotismo con el fin de ser rehabilitados y puestos en libertad en sus ambientes naturales.
Los ejemplares que no logran recuperarse exitosamente debido a la gravedad de sus lesiones, pasan a ser parte del centro, como Embajadores de Educación, otra de las valiosas tareas que se desarrollan dentro del proyecto, a través actividades educativas.
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