Thursday 25 de April de 2024
CAZA | 08-09-2014 11:15

Trofeos perucos

La caza de ciervos defectuosos como técnica para favorecer la evolución de la especie. Por qué estas conductas deberían ser recompensadas.
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La mayor parte de las notas de caza del ciervo colorado se ilustran con cabezas imponentes, de múltiples candiles y pobladas coronas, el trofeo apetecido por todo cazador. Y aquí debemos hacer una breve digresión, para diferenciar el coto con cerramientos y el campo abierto, ya que la evolución de los cérvidos se produce de distinta manera. Los cerramientos interrumpen las naturales migraciones y favorecen la endogamia, esto es, la reproducción entre ejemplares con alto nivel de consanguinidad. El resultado es ejemplares con rasgos recesivos, deterioros genéticos y disminución de aptitud reproductiva.

Un cuidadoso manejo del recurso impide estos efectos perniciosos, y para ello se introducen constantemente reproductores de cabañas o silvestres. Aun en campos abiertos pueden advertirse efectos endogámicos cuando las poblaciones de astados se encuentran naturalmente acotadas por valles o zonas en que se aquerencian y su número es escaso, lo que favorece la reproducción entre individuos de la misma sangre.

Pero en estos lugares el fenómeno es raro, porque las manadas tienden a migrar y colonizar otros territorios. En los campos abiertos es donde se percibe el efecto perjudicial por la intervención del hombre, y el notable deterioro del valor cinegético de los ejemplares cobrados cuando aumenta la presión venatoria.

Naturalmente, el cazador deportivo pretende abatir ciervos capitales, el mejor que encuentre durante el reducido período de brama. De esta manera se eliminan cientos de reproductores en su plenitud, antes o durante el lapso de servicio, dando lugar a

que el mismo sea completado por machos recesivos o defectuosos cuya reproducción era, precisamente, impedida por el cazado.

La Pampa

Es en esta provincia donde se aprecia desde hace décadas la declinación de la especie, precisamente por ser el territorio con mayor presión cinegética de cazadores deportivos y de la numerosa pléyade de furtivos que asolan la fauna. El terreno plano y el monte abierto facilitan el acercamiento, mientras que en la cordillera, las laderas y la

altura lo dificultan.

Distintas son las soluciones propuestas para proteger la especie: el cerramiento con adecuado manejo del recurso, pero cuyos costos elevados establecen un tarifario no siempre accesible para el cazador local. La veda de reproductores en un período a

evaluar, pero con la posibilidad de cazar animales defectuosos o recesivos, lo que requiere una conciencia no muy arraigada en nuestro colectivo cazador, pues impone bajar el fusil cuando se encuentra el trofeo y continuar la búsqueda de los ejemplares

habilitados. La persecución sin tregua y la aplicación de sanciones severas a los furtivos.

Nota publicada en la edición 504 de Weekend, septiembre de 2014. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al tel.: (011) 4341-7820 / 0810-333-6720. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

08 de septiembre de 2014

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Bárbara Roesler

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