Cómo iniciarse en el mundo del buceo

Se cree que para bucear hay que viajar a una playa paradisíaca, entre peces de colores y corales. Pero su inciio puede ser mucho más accesible de lo que pensamos, en una pileta en cualquier club. No hace falta ser Jacques Cousteau para adentrarse en las profundidades. Se puede comenzar en forma simple e ir subiendo los niveles de habilidad hasta llegar a planear viajes en los muchos rincones paradisíacos del planeta aptos para eso. 

Conversamos con Carlos Orquera, instructor tres estrellas (el máximo título dentro de la actividad) mientras desarrollaba sus clases en el Club Náutico de Arrecifes, al que concurrió durante todo el verano para dar clases a un grupo de entusiastas. Su trayectoria de 30 años le permitió capacitar a más de 2.000 buceadores en todo el país. 

Weekend: ¿Qué características tiene que tener la persona que quiere practicar buceo?

Carlos Orquera: Toda persona a partir de 12 años, de ambos sexos y sin límite de edad, está en condiciones de comenzar, en la medida en que se encuentre en buenas condiciones de salud

W: ¿Después de cuántas clases está listo el alumno?

Orquera: En general, el programa estándar de capacitación para el nivel inicial requiere entre seis y ocho sesiones teórico / prácticas de natatorio para alcanzar la condición mínima correcta. Pero vale la pena comentar que, cuando un alumno lo necesita, se le brindan las clases adicionales necesarias para lograr un adecuado nivel de comodidad y seguridad en el agua.

Una capacitación inicial requiere de entre seis y ocho clases 

W: ¿Qué tipo de instalaciones hacen falta?

Orquera: Por lo general, se requiere para el adecuado aprendizaje una pileta con dimensiones largo-ancho mínimas que permitan el desplazamiento necesario, y una profundidad de al menos 2.50 / 3.00 metros para un correcto ejercicio que permita internalizar las habilidades en las diferentes técnicas y uso del equipamiento

W: ¿Está muy extendida la práctica en la Argentina en la actualidad, hubo un auge?

Orquera: En nuestro país tomó un auge importante a partir de los años ´90 y, desde entonces, cada vez más personas se suman a esta actividad. Actualmente, una gran cantidad de buceadores argentinos disfrutan de este maravilloso deporte en los entornos naturales de nuestro país y en el exterior. 

W: ¿Cuál es su historia con el buceo?

Orquera: Me inicié en el buceo deportivo en 1988, en la Escuela de Buceo de la Cruz Roja Argentina de Lomas de Zamora, alcanzando el máximo nivel como buzo PNA. De inmediato me maravilló y apasionó el mundo submarino, y al poco tiempo me incorporé al staff de instrucción. Desde entonces, desarrollo el buceo en forma ininterrumpida. Actualmente, poseo la siguientes titulaciones principales:  Instructor 3 Estrellas FAAS-CMAS/ Assistant Instructor Trainer SSI

N. de la R.:  PADI y SSI son las dos organizaciones de enseñanza y práctica de buceo más grandes a nivel internacional. 

Modesto Martín es uno de los alumnos del profesor Orquera. Es además, médico y presidente de la citada institución. Le contó su experiencia a Weekend y dijo: "Hace falta tener un buen estado general de salud pero no es una actividad que demanda mayor esfuerzo físico, sí hay que ser capaz de mantenerse a flote, subir y bajar con todos los elementos. El mayor beneficio es para la mente, el hecho de estar sumergido ya sea en una pileta o mejor aún en un lugar tropical viendo pasar los peces le hace muy bien a la mente y combate el stress"

El equipo de buceo está compuesto por:

Máscara: debe ajustarse al rostro del buceador. Al principio se utiliza una genérica que facilita el profesor pero se recomienda, con el tiempo, comprar la que sea perfecta para cada uno.

Traje de neoprene: es importante mantener una buena temperatura corporal. El grosor depende del tipo de agua en la que se va a realizar la inmersión. 

Regulador: es el elemento que va regulando el flujo de aire para permitir una buena respiración.

Tanque: es el reservorio de aire que el buceador carga en sus espaldas.

Chaleco: es el elemento que permite fijar el tanque. 

Patas de rana: permiten un mejor desplazamiento en el agua.

Cinturón de peso: es para regular la flotabilidad ya que siempre tiende a ir hacia arriba.

Boya: sirve para marcar la posición en la superficie.

Silbato: se usa para avisar sobre cualquier peligro a quienes están en la superficie.

Tablas de buceo: se trata de una pizarra con materiales water proof que se usan para comunicarse con el compañero de inmersión. 

 

at María José Bonacifa