A la hora de andar en bicicleta, el uso de lentes no responde a una cuestión meramente estética. Los anteojos son un elemento imprescindible para cualquier ciclista frecuente, ya que brindan varios beneficios más allá de proteger nuestros ojos del sol. Es un elemento que hay que usar todo el año, ya sea en un día soleado o hasta en plena noche.
Rayos UV
Como ya lo adelantamos, los lentes básicamente se asocian con la protección contra los rayos del sol, algo que es prácticamente incuestionable. Si somos de salir en bicicleta durante varias horas, los anteojos no pueden faltan, ya que la vista necesita estar protegida debido a la exposición prolongada de los rayos UV.
Además, es importante aclarar que estos rayos son perjudiciales durante todo el año, no solo en verano, como algunos creen erróneamente.
Viento y frío
Los lentes también funcionan como una barrera contra elementos externos. El viento y el frío suelen ser los más molestos para la vista, en especial si nos movemos a mucha velocidad o durante largos períodos de tiempo. Usarlos nos permitirá ver sin ningún inconveniente, evitando que perdamos rango de nuestro campo de visión.
A su vez, suelen ser muy útiles para aquellas personas que sufren alergias. Depende de cada caso en particular, pero con probar no se pierde nada.
Mejor visión
Cualquier descuido mientras andamos en bicicleta puede derivar en un accidente. Para ello es muy importante tener la vista fija siempre en el camino. Los lentes no solo nos protegen y nos brindan comodidad, sino que además permiten mayor contraste y aumentan la visión de obstáculos o irregularidades. De este modo, permiten reaccionar con mayor antelación y precisión, ya sea que estemos rodando en la ruta o en la montaña.
Cansancio de la vista
Pasar horas delante de la computadora provoca cansancio y sequedad en la vista, es por ello que muchas personas terminan usando lentes de descanso cuando están frente a una pantalla. En el mundo del ciclismo pasa algo similar. Los lentes deportivos evitan que la vista se canse durante las horas de rodada.
En esta cuestión es fundamental adquirir lentes de buena calidad, ya que unos de mala, como las imitaciones, pueden provocar el efecto contrario y forzar nuestra vista más de lo esperado.
Impactos
No importa salgamos a rodar por la ciudad, la ruta o la montaña, siempre existe la chance que algo impacte en nuestros ojos, ya sea un insecto, una partícula de tierra o hasta una pequeña piedra. Obviamente, los lentes pueden evitar que algo impacte nuestros ojos y nos genere alguna molestia, daño o incluso un accidente.
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