Rafael Jaime es un reconocido montañista mexicano que, a pesar de ser no vidente, no teme hacerle frente a los desafíos más grandes. Sin ir más lejos, en la provincia de Catamarca se volvió noticia tras escalar el volcán Ojos del Salado, el volcán activo más alto del mundo, con 6.893 msnm.
Para esta hazaña, Rafael estuvo acompañado por Ricardo Urban y Ezequiel Di Favio (guías de montaña), Jimena De Allende y Omar Álvarez. Después de mucho esfuerzo, hizo cumbre el martes 8 de febrero a las 14:30. Vale la pena aclarar que 5 días antes había subido a la cima del volcán Pissis, el volcán inactivo más alto del mundo (6.882 msnm).
Más allá de esta proeza, Rafael Jaime está habituado a los grandes desafías. Desde el vamos, es la primera persona ciega de Iberoamérica que ha alcanzado la cima del Aconcagua y del Denali (Alaska).
50 años reflejando el montañismo
Sus inicios
Rafael Jaime es abogado de profesión y antes fue triatleta. Cuando tenía 5 años le diagnosticaron una retinoblastoma bilateral (un tipo de cáncer ocular), lo que le costó la pérdida de la vista en uno de sus ojos. Años más tarde, cuando tenía 13, una afección similar le privó de la vista del otro ojo.
A pesar de quedar ciego, Rafael afirma que el deporte lo ayudó a depurar sus emociones negativas, lo que más tarde lo llevaría en 2018 a descubrir su pasión, el montañismo.
“En 2018 descubrí el montañismo gracias a un amigo y una ex novia que me llevaron al Pico de Orizaba. Ahí fue donde encontré una forma diferente de sentir el mundo, de explorarlo y en este descubrimiento, conocí a Omar”, cuenta Jaime.
Omar Álvarez ha sido su compañero de aventuras desde entonces, quien lo ha guiado en la subida a las montañas más importantes del mundo, y posiblemente a muchas más por venir.
Fuente: Revista Botineros
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