Atentos a la noticia que se divulgó recientemente respecto de la incautación de varios reductores de ruido (mal llamados silenciadores) provenientes de China por parte de la Aduana, es importante destacar que la Ley Nacional de Armas y Explosivos prohíbe la fabricación, comercialización y uso de estos dispositivos en manos de la población civil. Esto se debe a que el hecho de reducir sensiblemente el ruido provocado por un disparo los hace atractivos para ser utilizados en posibles hechos ilícitos como homicidios por venganza y ajuste de cuentas, por ejemplo.
No obstante, las fuerzas especiales policiales y militares excepcionalmente poseen y disponen de ellos para su uso en situaciones de alta complejidad u operaciones encubiertas donde se precisa sigilo y un perfíl bajo. Entre las fuerzas especiales que emplean estos dispositivos podemos citar el GEOF, Grupo Halcón, Alacranes y BOPE de Brasil, entre otros.
Pueden ser utilizados en armas de fuego cortas y largas (pistolas, carabinas, pistolas ametralladoras y fusiles de asalto y de precisión). Equivocadamente llamados "silenciadores", éstos que fueron secuestrados parecen ser del tipo que se adosan o enroscan en la boca de los cañones, es decir los que son de fabricación más simple. No obstante existen también los modelos coaxiales e integrados, que son de construcción y diseño más complejo y elaborado.
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