Clasificada como una reliquia en el mundo de los coleccionistas, a pesar de que puede confundirse a simple vista por su aspecto como un arma improvisada, la pistola Liberator .45 ACP, de origen Estadounidense, fue el icono de la Segunda Guerra Mundial, por ser una de las pistolas mas económicas producidas. Sus características técnicas permitieron que se produjeran grandes cantidades en poco tiempo, llegándose a construir alrededor de un millón de unidades en apenas seis meses, con el objetivo de dotar en forma masiva a los soldados de la resistencia en los territorios ocupados por los enemigos.
Es por ello que la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) creada el 13 de junio de 1942 y dirigida por el coronel Preston Goodfellow, buscó crear un arma fácil de usar, compacta, liviana y de producción en masa; que fuera conocida por ser el arma más rápida de construir que de disparar, cuyo diseño estuvo a cargo del Sr. George Hyde, recibiendo el nombre de Flare Protector Calibre 45. La producción fue encargada a la empresa Inland Guide Lamp Manufacturing, División de la General Motors Corporation (GMC) ubicada en Dayton, Ohio, EE.UU., y solo constó en ensamblar 23 piezas, la mínima cantidad, torneadas y estampadas necesarias para su funcionamiento. La Liberator, como su nombre lo indica, fue diseñada en calibre 45. ACP, sin marcajes, con un caño de ánima lisa y de 4 pulgadas, por lo que el alcance de efectividad se reducía en la práctica a aproximadamente a los 4 metros; asimismo, su empuñadura fue construida con compartimiento, con el fin de albergar la munición de repuesto.
Estas pistolas fueron distribuidas en una caja de cartón con 10 municiones 45 ACP, un pasador de madera para quitar las vainas vacías y una hoja con las instrucciones que se mostraban a través de imágenes cómo cargar y disparar el arma. Si bien la idea del principio fue distribuirlas a los soldados mediante el lanzamiento por medio de paracaídas en los territorios enemigos, con el fin de eliminarlos para adquirir su arma, la OSS no la terminó de considerar de gran utilidad, por lo que no se finalizó de distribuir de la manera prevista. Los que terminaron recibiendo el mayor numero fueron los chinos y las tropas filipinas.
La pistola Libertator es una prueba de que los soviéticos, alemanes y japoneses no fueron los únicos dispuestos a recurrir a la producción en masa de armas baratas, fáciles de producir y potencialmente peligrosas para su uso en un conflicto importante, a pesar que en la actualidad se conoce que la mayoría de estas adorables pistolas terminaron desechadas en el fondo del océano o fundidas en pedazos, por lo que hoy en día son apreciadas por los coleccionistas militares y se pueden obtener unos pocos miles de dólares por solo una pistola. Si alguien logra juntar la pistola con la caja y la hoja de instrucciones, podría duplicar o más su precio.
at Laura Trípodi
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