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ARMAS | 18-12-2019 17:47

Carry optics, la última tendencia en pistolas

De la conjunción de las palabras en inglés portar y ópticas, surge una nueva denominación para este tipo de armas de puño.
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Las carry optics llegaron para quedarse. Generalmente, los avances en armas de fuego surgen de las necesidades de dos segmentos: el militar/policial y el deportivo. Muchas veces se entremezclan, y lo que es de utilidad para uno de ellos, es aprovechado por el otro. Las miras de punto no son nuevas, comenzaron a diseñarse en el año 1956 para ser utilizadas en armas militares –casi siempre en fusiles de asalto–, pero muy pronto fueron adoptadas en disciplinas dinámicas deportivas y en armas de puño.

Funcionan gracias a la proyección de un punto rojo sobre una superficie de vidrio, a través de la cual el tirador observa el objetivo. La proyección de ese punto (mayormente de color rojo y de allí le denominación de red dot con que también se las conoce) es regulable en altura y deriva para lograr una correcta alineación con el blanco al que se dispara.

El avance tecnológico casi siempre trae aparejada miniaturización y, de aquellos voluminosos tubos de un comienzo, hoy podemos contar con miras de punto de muy reducido tamaño. Sería muy largo de historiar los inicios del tiro práctico con sus pistolas 1911, hasta llegar a la División Open de esa disciplina, donde las miras de punto encontraron su lugar deportivo. Lo cierto es que hoy, con el lanzamiento de las carry optics en las competencias regladas por la United States Practical Shooting Association (USPSA), y de la división Optics Production en las de International Practical Shooting Association (IPSC), el tiro práctico ha adoptado estos nuevos diseños destinados a ser utilizados en pistolas de producción.

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Pero su difusión excede lo deportivo y ha alcanzado a las armas de portación con fines defensivos y de uso militar/policial. Glock no perdió la oportunidad y presentó hace un tiempo la línea MOS (Modular Optic System) dentro de su Generación 4. Una serie de pistolas donde no es necesario hacer adaptaciones para montar este tipo de miras. Y muchas marcas más siguieron a la austríaca, acentuando la tendencia.

Pros y contras

Dispuesto a realizar una prueba, seleccioné para ello una Glock 17 MOS a la que, una vez retirada la placa de la corredera, se le instaló fácilmente una mira Trijicon RMR Serie 2. Del arma nada vamos a comentar, ya que es harto conocida. Sobre la pequeña mira, diremos que posee un punto de 6,5 MOA de intensidad variable, que se regula automáticamente de acuerdo a la luz ambiente. Tampoco es necesario encenderla al desenfundar, ya que el punto está siempre iluminado y la duración de la batería está garantizada por un mínimo de dos años.

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La mayoría de los usuarios que se inclinan por este tipo de miras lo hace por una razón: se ve… y se ve muy bien. Esto las hace ideales para aquellas personas cuya visión ha disminuido. Y lo pude comprobar personalmente en el polígono. No importaba el color del blanco o la iluminación exterior, siempre tenía frente a mí ese puntito rojo que me indicaba hacia dónde estaba dirigido mi disparo.

Soy tirador desde hace muchos años –por lo tanto, también tengo muchos años encima– y mantengo una lucha constante por visualizar correctamente los aparatos de puntería de mis armas de puño. Lucha que muchas veces he perdido. Sin duda la utilización de este tipo de mira es una atractiva solución. Pero... no todo es tan sencillo. El encontrar de movida el bendito punto rojo es otra historia. La memoria muscular adquirida a través de los años y decenas de miles de movimientos similares hace que uno desenfunde y lleve su arma al frente del rostro a una altura inadecuada.

La línea del arma tiene que estar levemente más abajo o, en su defecto, su línea visual más arriba. De no ser así, perderá valiosos segundos tratando de encontrar el bendito punto, moviendo el arma o su cabeza. En el polígono, todo bien, pero ante una situación de riesgo la cosa cambia. Entonces… ¿sirve este tipo de miras? Lógico que sí, y mucho. Pero si va a adoptar una, tenga presente que el sólo hecho de tenerla sobre su arma no será una panacea. Va a requerir mucha practica de desenfunde, disparo “en seco” y luego con munición, hasta adquirir la ubicación justa. Para nosotros los veteranos, es algo así como comenzar de nuevo.

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Pablo Crespo

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