Cíclicamente, los argentinos encontramos oportunidades de compra en los países vecinos, o sus habitantes en el nuestro. A lo largo de este 2024 fue Santiago de Chile un imán para aquellos que viajan para abastecerse de aparatos electrónicos, equipamiento diverso y ropa. En una nota anterior ya te contamos cómo están los precios. Ahora es el momento de evaluar adónde alojarte, tanto si vas con la idea de adquirir algunas cosas como para pasear un poco por la ciudad, que también vale la pena. Para eso hicimos una investigación de tres hoteles diferentes en la gran capital chilena que te iremos presentando consecutivamente a razón de uno por día.
Empezamos por el encantador Four Points by Sheraton Santiago, muy bien ubicado en la gran urbe, en el barrio Providencia y cercano al Mall Costanera Center, desde donde sale el micro Turistik que recorre la ciudad con el sistema hop on-hop off. Pero también este hotel se encuentra en una zona ideal para caminar, en la que hay varias tiendas vintage para entrar a revolver y llevarse ropa a muy buenos precios (y en excelente estado), boutiques, cafeterías de especialidad y todo tipo de comercios. Además tiene cerca el Parque Metropolitano y Cerro San Cristobal, así como la Casa La Chascona (donde vivió Pablo Neruda). Estos tres puntos se pueden visitar en una salida ya que todo se conecta. Incluso hasta hay teatros en esa área, para hacer algo diferente sin tener que trasladarse demasiado.
El edificio es amplio y en altura, por lo que las habitaciones ofrecen muy buenas vistas de la ciudad, siempre con los picos nevados de los Andes como fondo. Justamente, los cuartos son enromes, con baño compartimentado, escritorio-mesa y están equipados con servicio de café y pava eléctrica para prepararse un té o un mate. Los detalles están aquí a la orden del día, ya que en el cuarto dejan una mullida bata, acompañada por chocolates, para agasajar al huésped. Son 127 habitaciones que fueron renovadas, sumando sistema de insonorización, W Fi gratis, televisor y servicio de room service.
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El personal, jovencísimo, es muy amable y siempre está dispuesto a ayudar. Tanto en el desayuno, muy abundante con estaciones donde se preparan platos locales (y también internacionales) en el momento, como en las comidas, el menú del restaurante Buganvilla es variado. Incluye snacks y opciones suculentas. Se pueden complementar con los ricos vinos chilenos, exhibidos en la elegante Cava del Lobby Bar, desde donde también llegan los tragos de autor. Este hotel posee un completo gimnasio, equipado con máquinas de cardio y pesas, y tiene una pileta en la azotea para tomar sol mientras se disfruta de las impresionantes vistas de la ciudad desde allí. Realmente encantador. Aquí el huésped se siente en familia.
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