Con gran cantidad de descendientes de italianos y tantas ciudades interesantes para visitar, conocer y quedarse un mínimo de dos días, la bota que bañan el Mediterráneo, el Tirreno y el Adriático es siempre un atractivo para las vacaciones. Sin duda, una de las mejores maneras de descubrir Italia y sus montaña, playas y ciudades emblemáticas, plenas de historia, es alquilar un auto y lanzarse a las rutas. En comparación con el costo del tren rápido y del popularizado Eurailpass –que se canjea por pasajes individuales en plazos de 3 días, 5 o un mes–, es una opción que se presenta con más autonomía y versatilidad. Sin embargo, hay otra alternativa: la empresa Treintalia, que recorre el país con formaciones tradicionales y rápidas que unen todo el territorio peninsular por un costo promedio de 50 euros por tramo (en el rápido). Tiene la ventaja de contar con una web y oficina de venta en la Argentina, especial para aquellos que no se animan a comprar on line o no manejan el italiano o el inglés (idiomas que suelen usar las webs).
Pero lo expuesto no es todo: desde hace cinco años existe otro servicio, aunque con recorridos acotados y exclusivamente en trenes expresos, que posee vagones con tecnología de punta y precios más que convenientes: Italo Treno. Desde su web se pueden comprar billetes para trasladarse por las principales ciudades turísticas italianas en formaciones de alta velocidad. ¿Precios? Desde 9,90 euros para hacer, por ejemplo, el viaje entre Venecia y Roma si se compra con suficiente anticipación. ¿Cuál es el truco? En la web (en inglés o italiano) se encontrarán, una vez que indiquen las localidades de partida y destino, las opciones de clases, incluida la low cost.
Multiplicidad de precios
La empresa ofrece vagones de las categorías Smart (el precio más bajo, sin devolución ni cambio pero con asientos asegurados y Wi-Fi gratuito), Comfort (que suma más espacio y comodidad), Primera (con refrigerio de bienvenida, diarios y revistas gratuitos, asientos enfrentados con mesas plegables, mayor espacio y Fast Track para subir enseguida al vagón) y Club Executive (que incorpora el acceso directo desde el VIP propio en las estaciones ferroviarias, asientos extra anchos, catering especial y pantalla indiviual en los asientos para disfrutar del entretenimiento a bordo). Lógicamente, a medida que se avanza en el servicio, sube el precio.
Pero, por experiencia propia, puedo decir que en los vagones Smart se viaja espléndidamente, con aire acondicionado, espacio para dejar las valijas a la entrada (y frente a un baño hiper limpio) y que, entre los asientos, hay mini compartimentos para poner botellas y hasta un cargador eléctrico (con el enchufe de doble clavija redonda habitual en Europa o USB).
Los coches son cómodos, modernos y con amplios ventanales. Sorprende haber pagado 19,90 euros para viajar desde Milán a Venecia - Santa Lucía en pleno verano del Hemisferio Norte y llegar en apenas 2 h 25’ (son 266 km). En Trenitalia, el mismo tramo y horario en el Freciarossa (su convoy rápido) hubiera salido 63,90 euros.
Para adquirir los tickets conviene registrarse en la web de Italo Treno y también bajarse la app gratuita al celular, para manejar las compras y recibir alertas en caso de demora. Las estaciones que toca la empresa son: Milán, Roma, Bologna, Venecia, Nápoles, Turín, Brescia, Reggio Emilia, Salerno, Padua, Ferrara, Rovigo, Bolzano, Desenzano, Rovereto, Trento, Vicenza y Peschiera del Garda. Además tiene conexiones con otras localidades aledañas por medio de micros propios por un cargo extra.
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