Thursday 25 de April de 2024
TURISMO | 05-04-2019 18:03

Mercedes: una visita con muchas historias y sabores típicos

La ciudad no es sólo el centro de la provincia, sino también una parada con mucho pasado y varias propuestas para disfrutar del día.
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Mercedes es bella. No linda, ni bonita. Por muchas razones es bella. Esta ciudad correntina fue fundada allá por 1832 en tierras donadas por don José María Gómez. El nombre deviene de Nuestra Señora de las Mercedes, bajo cuya advocación se erigió la ciudad que originalmente era un caserío conocido como Paiubre.

Acompañados por Florencia Somma Moulin y Noelia Rajoy, nos fuimos adentrando en un mundo de leyendas, anécdotas y secretos de este rincón correntino; historias que van aflorando mientras se transitan sus calles arboladas, esquinas sin ochava, pórticos de casonas señoriales, patios con aljibes y un sinnúmero de lugares con prosapia y tradición, plagados de historias y relatos de antiguos y actuales moradores. Muchas de ellas surgidas en los parques, paseos o en las amplias residencias de un cuarto de manzana, lo que se conocía como solares. Como la casa del arquitecto de Salas, responsable de algunas tradicionales construcciones de la época, ubicada en la calle San Martín frente a la plaza, donde alguna vez recibieron al general Bartolomé Mitre de camino a la guerra de la Triple Alianza.

0405 Mercedes

Otro célebre visitante que transitó las calles de Mercedes unos cuantos años más tarde –y de cuyo paso hay escaso registro– fue el Duque Eduardo de Windsor, Príncipe de Gales, allá por 1926, quien se alojó en la estancia Itá Cabo. Las pocas fotos que existen de esta visita están en el museo de Londres y sólo una queda en el museo histórico local del miembro de la realeza plantando un pino.

Contrastes y simbolismos

Es interesante recorrer la plaza principal de diseño francés y descubrir en cada uno de sus rincones símbolos y homenajes que van desde el Memorial a la Hermandad (recordando el holocausto de Hiroshima) al Paseo de los Mártires, homenaje a los muchos héroes mercedeños caídos en la guerra por las Islas Malvinas, hasta su importante monumento central a la Libertad. Y descubrir la estatua del General San Martín mirando al norte, de las pocas plazas en que el prócer no está a caballo ni en el centro. A pocos metros, el edificio municipal con su curiosa construcción mixta: por un lado la fachada de planta baja rememora la Casa de Tucumán y la planta alta recuerda al Cabildo de Buenos Aires.

Llena de contrastes y simbolismos la arquitectura local ofrece esquinas como la de San Martín y Sarmiento, con tres representaciones estilísticas distintas: una confederacional típica, enfrente de fines de 1880 con columnas, y la tercera italiana mixta, más cargada y barroca. La iglesia Nuestra Señora de la Merced, revestida de piedra rojiza de las canteras de Itá Pucú, es otra de las edificaciones emblemáticas de la ciudad con sus dos torres y tres naves.

0405 Mercedes

Recorrer sus calles es encontrar a cada paso una reja, un zaguán, un pórtico o una casona que llama la atención, pero además es ir recordando acontecimientos, relatos y anécdotas. Una esquina llama la atención, en San Martín y Batalla de Salta, casa sin ochava. “Es lo de Ansola”, dice Florencia. Nos asomamos a ver la entrada revestida de mayólicas y allí aparece Tuni Lacur con Ana, su hija, y nos invitan a pasar y recorrer la propiedad. Es un viaje en el tiempo. El aljibe presidiendo el patio, las arcadas, las rejas, los faroles, el piso en damero, los grandes maceteros, cada detalle transmite la impronta de una época que afortunadamente parece preservarse inmune al paso de los años. De las pocas que todavía se conserva en propiedad de la familia original.

Museos y sabores típicos

Hacer un alto para almorzar en Sabores del Iberá es otro de los imperdibles del recorrido por la ciudad: una tabla de campo acompañada por un buen vino y la degustación de postres típicos servidos por Pedro, un mozo de ley, es mandatorio antes de cruzar la calle y visitar la Fundación Manos Correntinas, donde se pueden admirar los trabajos de artesanos locales que además están a la venta. Ponchos, cestería de palma, junco y espartillo, tejidos, sillitas materas, trenzados de cuero crudo, facones, trabajos en asta, hueso y plata y otras artesanías típicas de la región conviven con libros y pinturas en las paredes, rincones y escaparates de la fundación.

0405 Mercedes

Unas cuadras más allá del centro está el Parque Mitre, dónde entre hileras de tipas añosas está el mausoleo de piedra donde descansan los restos de Marcos Azcona, destacado por Bartolomé Mitre y calificado como “primera lanza del ejercito correntino” por su coraje y valentía. Y un poco más allá, la antigua estación del ferrocarril que integra el Paseo de los Museos junto al de las Estancias.

En las afueras

Saliendo de la ciudad nos encontramos con el Establecimiento Don Coco, un emprendimiento encarado con mucho trabajo y entusiasmo donde María Elvira Usandizaga nos muestra la diversidad de dulces regionales, quesos caseros y otras exquisiteces, y nos explica los procesos de elaboración de cada producto. Una delicia para el paladar y la vista.

La recorrida la terminamos en el Club de Polo y Salto Santa María, donde Víctor Rey y Jessica Prada se dedican al campo, la equitación, la equinoterapia, las cabalgatas y hasta prácticamente tienen un minizoológico de fauna autóctona y foránea. Hay monos carayá, ñandúes y faisanes entre otras especies.

Mercedes es bella decíamos al comienzo. Y no sólo por una cuestión estética. Es bella por que tiene historia, arquitectura, paisaje, naturaleza, cultura, costumbrismo, tradición, gastronomía, religión, música, artesanía, pesca y muchos motivos más, tal vez el principal
la idiosincrasia y el orgullo de su gente.

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Alejandro Inzaurraga

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