En San José, Entre Ríos, el agua tibia es una bendición. Pero antes del relax viene la aventura en el Parque Aéreo. “Tenemos circuitos para todas las edades y distintos grados de adrenalina –cuenta el guía mientras guiña un ojo con complicidad a alguien del grupo–. ¿Quién viene a la palestra con caída libre de 11 metros de altura?”. “Yo nooooo, yo síííííííííííí”, se escucha en entre nosotros. Y ahí nomás se van armando los grupos: hamacas, tirolesas, palestra, escaleras móviles y la tela de araña nos esperan. Eso sí: sólo se puede acceder con zapatillas (no se permiten ojotas ni crocs).
Tren Histórico de Villa Elisa
Previa ducha nos zambullimos en una de las 11 piletas de las Termas de San José que arrancan en los 24 grados para llegar a los 39 en las techadas. Acá es todo descanso: flotar en el agua madre o moverse lento para que un chorro fuerte (preparado para tal fin) nos dé en la espalda y así le haga bien a las rebeldes cervicales. Más allá, los niños enloquecen de diversión en los toboganes del parque acuático, así que todos contentos: padres relajados, niños entretenidos. Luego de la pileta nos espera Marta en el spa donde se hace todo lo que te pone feliz: masajes, reflexología, reiki y hasta fangoterapia. “Mucha gente llega con una gran necesidad de hablar, de descargarse y diciendo que no se pueden relajar –cuenta–. Y acá logramos que se vayan mejor, más tranquilos, más contentos; se nota en la cara, en el antes y el después”.
Colón y Paysandú hermanadas por el río Uruguay
Rincones de naturaleza pura
Nuestra jornada termina con una visita al Museo Histórico Regional de la Colonia San José, ubicado en el centro de la ciudad. Pero no es un museo estático, de esos que dan ganas de bostezar; todo lo contrario: es un lugar pensado para conocer y emocionarse con la historia de aquellos primeros inmigrantes que fundaron la Colonia. El edificio es una antigua casa de familia tradicional de la ciudad y cada ambiente cuenta un relato acompañado de música y con paredes de colores cálidos que invitan a recorrer y a ponerse en el lugar de aquellos que llegaron con pocas certezas y muchos sueños de progreso.
Cicloturismo en bosques nativos entrerrianos
La nota completa aparece en revista Weekend de marzo de 2019 (Nº 558).
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