Entre las profundidades de la Lengua del Océano y las costas de la isla de Andros, en Las Bahamas, se extiende majestuosamente las terceras barrera de coral y laguna más grande del mundo. Con aproximadamente 200 km de longitud, es un coloso geológico que encierra la diversidad y la belleza de un ecosistema submarino excepcional. Para preservar este tesoro natural, se crearon los Parques Marinos del Norte y del Sur, protegiendo más de 3,439.8 ha de esta maravilla.
Corales: selvas tropicales submarinas
Los arrecifes de coral, reconocidos como las selvas tropicales del mar, son fundamentales para la vida marina y para la salud de los océanos. Esta barrera de coral, siendo la tercera más importante del mundo y por lo tanto el tercer organismo vivo más grande del planeta, alberga una biodiversidad impresionante, con más de 164 especies de peces y corales. Este paraíso submarino es un destino de ensueño para buzos y submarinistas, que quedan cautivados por la vida marina que habita en sus aguas.
Designados en 2002 por el Gobierno de Las Bahamas, los Parques Marinos del Norte y del Sur (NSPM por sus siglas en inglés), protegen diferentes partes de la barrera de coral, desplegando una fascinante sucesión de hábitats desde la costa hasta las profundidades del océano: fondos arenosos, exuberantes praderas marinas, áreas de suelo rocoso, pintorescos parches de arrecifes y la majestuosa barrera de coral. Esta intrincada red de ecosistemas, en todas las etapas de sus vidas, forma parte de un entorno marino más amplio que sustenta una diversidad de especies marinas de vital importancia económica y cultural.
Además brindan un refugio esencial para el mero de Nassau, los pargos, la langosta espinosa, la caracola reina y muchas otras especies importantes. Ante la presión pesquera que enfrentan en áreas cercanas como New Providence y otras islas de Las Bahamas, estos parques nacionales juegan un papel fundamental en la conservación de la fauna marina en la región. Los hábitats protegidos en los NSMP albergan en abundancia a otros organismos marinos. Los arrecifes están compuestos por una diversidad de corales duros, gorgonias, esponjas y diversas especies de algas, que contribuyen a la riqueza y la biodiversidad del ecosistema submarino.
Estos dos parques se han convertido en elementos cruciales para la isla de Andros, apoyando significativamente la economía local como componentes esenciales de la industria turística y alimentaria. De fácil acceso en barco, los asentamientos adyacentes a lo largo de su costa Este están a menos de cinco minutos de los parques. En ellos se practica la pesca recreativa y de subsistencia, y en otras partes del arrecife la pesca comercial.
Arrecifes de coral: pulmones del mar
Tras el esquivo bonefish de las Bahamas
Como los arrecifes de coral son accesibles para todos, ya sea buceando o practicando snorkel, se pueden contemplar de cerca las maravillas del océano. Con puntos de inmersión populares como la emocionante pared de coral, donde se puede descender de forma vertical, o el plano, donde se pueden observar enormes estructuras coralinas emergiendo del agua durante la marea baja. Ambos parques ofrecen experiencias inolvidables para los amantes de la vida submarina. Conviene hospedarse en la zona para tener una visita aún más enriquecedora. Hay variedad de opciones, como el Small Hope Bay Lodge o el Forfar Field Station. En estos lugares tendrán la oportunidad de recibir la orientación de los expertos locales, lo que sin duda enriquecerá aún más la experiencia exploratoria.
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