“Érase una vez una fortaleza del siglo XIII, un castillo del siglo XV y luego un castillo palaciego del siglo XVIII, el castillo de Gudanes quedó abandonado y en ruinas en una colina olvidada. .. Hasta que en 2013 fue descubierto por una familia de Australia occidental, los Waters, quienes asumieron la responsabilidad de despertar a esta bella durmiente después de años de abandono; en el momento en que compraron el edificio solo tres de sus 94 habitaciones aún tenían pisos y techos”. Así comienza la página web de la mansión francesa que está ubicada a una hora de la frontera con España, en la localidad de Verdun.
Castillos británicos: no todo es lo que parece
Está escondido entre montañas . Su edificio fue mandado a construir por Louis Gaspard de Sales, marqués de Gudanes, sobre otro del siglo XIII. El arquitecto encargado de la obra fue Ange Jacques Gabriel, autor de históricos monumentos como el Teatro de la Ópera de Versalles o la Plaza de la Concordia de París.
Durante la Revolución Francesa, el Château fue incautado y los nobles dueños encarcelados. A partir de ese momento fue utilizado como guarnición para los soldados rebeldes, que destruyeron gran parte del edificio. Posteriormente fue abandonado hasta que, hace pocos años, en noviembre de 2013, lo compró una familia australiana que pacientemente lo fue restaurando. Encontraron la residencia en mal estado, con techos derrumbados, paredes caídas, humedad y escombros pese a que había sido declarado monumento histórico. Sin embargo, ellos le encontraron un encanto particular que los enamoró desde el primer día.
Aún mantiene los salones encadenados unos a otros, como se acostumbraba en la época de su construcción, que esconden secretos que están sacando a la luz manos expertas, con la pretensión de preservar el ambiente y la autenticidad del castillo y de la región tanto como sea posible. Algo parecido sucede en otras estancias de la vivienda como las escaleras o la capilla interior, a la que un taller de restauración intentará devolver su antigua gloria.
Poco a poco el solar que se conoció como del rey de los Pirineos está recuperando el esplendor y aunque la idea inicial de sus propietarios era convertirlo en un hotel, la difícil y costosa restauración los hizo abrir el lugar para visitas guiadas, además de incorporar un mercado y una bonita cafetería. Para subsistir, los dueños recurrieron a la venta online para continuar la restauración: por eso cada sábado, artistas locales ponen sus artículos a la venta en Château Marketplace, con el castillo como telón de fondo.
Y la web finaliza con un mensaje esperanzador: “Hoy, el corazón antiguo del Château de Gudanes vive no solo en el pasado, sino que con el tierno cuidado de la familia Waters y el apoyo mundial se extiende a través del presente e infinitamente hacia el futuro. Y así, lo que originalmente comenzó como un viaje de restauración de ladrillos y cemento se ha convertido en un recordatorio mucho más significativo de cómo la humanidad puede estar conectada en diferentes mundos y durante incontables siglos”
Fuente: ABC.
Comentarios