La industria turística está en crisis en el mundo y, por supuesto en nuestro país, desde que en marzo se decretó el aislamiento obligatorio. Dejaron de circular micros de larga distancia y aviones, en una crisis sin precedentes. Mientras se habla de cerrar el aeropuerto del El Palomar, el Aeroparque Jorge Newbery está en refacciones y el único que opera en Buenos Aires es Ezeiza con unos pocos vuelos internacionales por semana, prácticamente destinados a repatriaciones. El ministro de Transporte, Mario Meoni, dijo esta semana que es poco probable que el 1° de septiembre se reanuden las operaciones del aerotransporte como estaba previsto. Y ni mencionar que las empresas de ómnibus imaginaron que esa misma fecha se aplicaría a sus servicios. Meoni aseguró que, “hasta tanto las autoridades sanitarias no tengan un panorama más claro respecto de la situación en general, los vuelos van a seguir estando restringidos. Esperamos que el transporte aéreo vuelva en los próximos 60 días”. En otros países del continente tienen la estrategia es la opuesta, tienen actividad en sus aeropuertos: Canadá, Estados Unidos (donde nunca dejaron de volar), México, Brasil, Ecuador, Chile, Perú y Uruguay están trabajando casi con normalidad. Cuba ya habilitó el arribo de turistas y Colombia anunció el regreso de las operaciones a partir del 31 de agosto.
Así se viaja ahora en la Unión Europea
Sin aviones
Argentina, Venezuela, Panamá y Paraguay mantienen sus fronteras prácticamente cerradas. Justamente, el nuestro es uno de los pocos países grandes de América que sigue manteniendo medidas tan estrictas en referencia a la actividad aerocomercial en medio de la cuarentena. De esta manera se agrava más el panorama en el rubro: algunas empresas ya anunciaron que no volverán a Ezeiza: Air New Zealand fue la primera, pero Emirates (foto abajo) ya tomó igual medida y se sospecha, debido a cancelaciones de pasajes para octubre, que Qatar haría lo mismo en breve.
Por el lado de los traslados locales, hace más de un mes que LATAM levantó su operatoria en el territorio nacional, dejando a más de 1.700 personas en la calle, mientras que las low cost Flybondi y JetSmart ven peligrar su operatoria por el intento del oficialismo de que El Palomar deje de albergarlas. De esta manera, prácticamente volvería el monopolio de Aerolíneas Argentinas en los cielos del territorio, con el consecuente daño a los bolsillos de los viajeros. No nos olvidemos de muchos comenzaron a usar este medio de transporte gracias a los bajos precios que comenzaron a ofrecerse gracias a la competitividad que dio contar con más de cinco empresas brindando el servicio.
Los gremios tampoco están muy convencidos de volver a la actividad, aduciendo que no están dadas las condiciones para poder fiscalizar y habilitar las aeronaves y piden más garantías para el resguardo de la salud de sus afiliados. Sin embargo, los protocolos, al menos de los aeropuertos argentinos, son oficiales desde hace meses y se están aplicando en Ezeiza para los vuelos de Air France/KLM, Iberia y Air Europa que empezaron a operar en julio. Unas 329.000 personas viven de lo que genera la actividad aerocomercial. Representa casi 12.000 millones de dólares (el 2,1% del PBI nacional).
Por más protección
Y teniendo en cuenta la seguridad que brindan los filtros HEPA y las medidas sanitarias que se aplican a bordo de las aeronaves, Rafael Echevarne, director general ACI-LAC (Consejo Internacional de Aeropuertos, Latinoamérica y Caribe), no se explica por qué “la Argentina es el único país grande de la región que aún no abrió su mercado doméstico de vuelos”. Esto no impidió que, en el Hot Sale que se hizo a principios de mes, se vendieran miles de pasajes para volar a partir de septiembre por el país y al exterior. De hecho Aerolíneas Argentinas batió su propio récord y en una semana vendió casi 200.000 tickets, en parte amparados en el anuncio de la ANAC de que el 1 de septiembre volverían a operar los traslados aéreos.
Hoy entra a discusión en el Senado el Proyecto de Ley de Sostenimiento y Reactivación Productiva de la Actividad Turística, impulsado por el senador nacional por la provincia de Misiones Maurice Closs. Y la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), destacó, entre otros temas, la importancia de incluir bajo el ámbito de la Ley a todas las aerolíneas comerciales, nacionales e internacionales, ya que de otra manera no estarían obligadas a cumplir con los reembolsos a los consumidores.
¿Y ahora cómo sigue todo? Se esperaba un anuncio para ayer 12 de agosto que no llegó, y la incertidumbre, al igual que con la relajación o no de la cuarentena, nos mantiene en una agonía bisemanal que nunca llega a un punto favorable.
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