Edward Daniel tiene mucha experiencia conduciendo grandes automóviles rojos. Durante 29 años trabajó como bombero en Atlanta, hasta que cambió el sofocante y bochornoso clima veraniego de la capital del estado de Georgia por el
aire fresco de las montañas de Montana.
En este estado del lejano oeste de los Estados Unidos, Daniel ya no lleva
un uniforme resistente al fuego y en vez de un pesado camión de
bomberos conduce por las curvas cerradas un viejo autobús de
excursión rojo, un White 706 del año 1936.
Un total de 33 autobuses de la segunda mitad de la década de
los años '30 circulan actualmente por el Parque Nacional Glacier, una
región de montañas altas que constituye un importante santuario para

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animales y plantas y cuya naturaleza prácticamente virgen, conocida
como Corona del Continente, atrae a cada vez más turistas.
La reserva natural colinda con el Parque Nacional Waterton Lakes en
Canadá. Conjuntamente los dos parques conforman, desde 1932, el
Waterton Glacier International Peace Park.
Ed Daniel partió en la mañana con 17 turistas en los bancos de madera
de su White 706. El autobús está completo. Durante la breve
temporada veraniega, los conductores de los micros rojos suben
hasta una altura de más de 2.000 metros, pasando junto a cimas
empinadas y lagos de montaña relucientes.
”Los autobuses se construyeron antes de la Segunda Guerra Mundial
expresamente para su uso en los parques nacionales del oeste de los
Estados Unidos -explica Ed-. Actualmente, sin embargo, sólo circulan
en Glacier y en Yellowstone”. La mayoría de los componentes de
los autobuses son piezas originales.
Quien decida hacer un tour en estos vehículos puede subir en varios
lugares en el suroeste y el este del parque. Se ofrecen excursiones
de media jornada pero también tours de nueve horas en ambos lados de
la cumbre principal de las Montañas Rocallosas.
El tour cuesta (para adultos) unos 100 dólares y sigue la Going to the
Sun Road, una ruta llena de curvas inaugurada en 1933 que pasa por el
puerto Logan, a una altura de 2.025 msnm. Sin embargo, el tour sólo
se puede hacer cuando no hay nieve. Generalmente, el trayecto se abre
al tráfico entre mediados de junio y principios de julio. Este año se
abrió el 23 de junio.
Este día, sin embargo, Ed Daniel no lleva a los turistas por el
puerto Logan sino por el puerto Marias, situado más hacia el sur, a
una altura de 1.591 msnm, el punto más bajo donde es posible cruzar la cresta principal de las Montañas Rocallosas.
La Divisoria Continental de América separa dos regiones muy
diferentes porque las nubes suelen venir desde el oeste y descargan
sobre las montañas de hasta 3.000 metros de altura. Por esta razón, en
estas montañas crecen árboles que sólo se pueden ver en
la costa del Pacífico, por ejemplo la tuya gigante y la tsuga
heterophyllia. Al este de los puertos de montaña, donde comienzan las
Grandes Llanuras, el paisaje es mucho más árido y los árboles son más
bajos.
La Going to the Sun Road y la carretera que pasa por el puerto Marias
comunican el este con el oeste de la región y también contribuyen a
que el turismo se concentre en pocos lugares. “La extensión total de
los senderos y caminos llega a casi 750 millas. Sin embargo, sólo
unos 37.000 turistas con un permiso (Backcountry Permit) visitan cada
año esta región para caminar con sus tiendas de campaña muy lejos de
todas las carreteras -dice Melissa Scott, guía naturalista de la
empresa Glacier Guides- Alrededor de un 85 o 90 % de todos
los visitantes del parque se alejan como máximo unos 100 metros
de sus automóviles o autobuses”, señala Scott.
Uno de los motivos por los que los turistas prefieren estar cerca de
sus vehículos es la presencia de osos. En el parque hay entre unos
250 y 300 osos grizzly y en torno a dos veces más osos negros. A
finales de julio y en agosto, cuando los osos llegan a la adultez,
muchas veces se paran en los senderos. “Los osos no siempre son
agresivos pero tampoco se alejan cuando se acercan personas”, explica
Scott. Por este motivo, en esta época del año a veces se cierran
los senderos para caminantes.
Melissa Scott se dirige este día con un grupo de turistas a las
cascadas Redrock Falls, un popular destino de un tour de media
jornada en el este del parque nacional. El camino está flanqueado por
hierba de oso, una planta con flores blancas de hasta un metro de
altura que solamente florece una vez cada cinco o siete años.
El sendero que conduce a las Redrock Falls está situado en una zona
del parque que se llama Many Glacier. El nombre es un poco engañoso
porque aquí no se pueden ver muchos glaciares pues, tras la
culminación de la última era, se fueron retirando cada
vez más y hoy sólo quedan 25.
Al atardecer, Ed Daniel regresa con el autobús rojo a West Glacier.
Las cimas de las montañas relucen bajo los rayos del sol. A algunos
de los turistas aún les queda un largo camino por recorrer: junto al
Flathead Lake, el lago natural más grande en el oeste de los Estados
Unidos, viajan en coche a la ciudad universitaria de Missoula,
situada 220 kilómetros hacia el sur. Otros terminan el día con
una excursión en barco por el lago McDonald, en el oeste del parque.
Información básica:
Cómo llegar: el aeropuerto del Parque Glacier, cerca de Kalispell,
está situado a 42 km del centro de visitantes en Apgar, en el
oeste del parque. Hay vuelos a este aeropuerto desde Denver o Chicago
(United Airlines), Salt Lake City o Minneapolis (Delta Air Lines).
Desde Calgary, en Canadá, el viaje en coche de alquiler es bastante
más corto (370 kilómetros) que desde Seattle (900 kilómetros) o Salt
Lake City (1.050 kilómetros).
Cuándo viajar: las temperaturas diurnas en West Glacier llegan en
verano a entre 22 y 27 grados. En julio y agosto, el tiempo muchas
veces es estable y soleado pero las temperaturas nocturnas caen
generalmente por debajo de los diez grados.
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