Es una pesca generalmente asociada a la primavera o el verano, sin embargo, en los meses más fríos también es posible dar con grandes salmones en Mar del Plata. Una de las especies más combativas de nuestro Mar Argentino, denominado Salmón blanco, que nada tiene que ver con la familia de los salmónidos. De cabeza grande, fuerte, con esqueleto duro, pequeñas filas de dientes separados que solo utiliza para retener a sus presas.
Tiene su hábitat en todo tipo de cuevas, refugios, grietas y rocas, preferentemente en profundidades mayores a los 25 metros. A esta especie, se reconoce su sexo a simple vista, la hembra con su cola y aleta amarilla, muchas pecas en su cabeza y cuerpo, se diferencia al macho que mantienen su color gris en forma pareja. Los tamaños más frecuentes están dentro de los 7 a 14 kg, pero, en casi todas las salidas siempre alguno de los grandes supera ampliamente los 20 kg. Se alimentan de especies menores, como moluscos y mariscos, son torpes al comer y capturan todo aquello que tiene movimiento y es de pequeño tamaño, no se alimenta de desechos del mar ni de grandes presas, y su carne blanca, rica en proteína, pero con poco sabor al momento de la cena, hay que condimentar mucho para crear un gusto agradable al paladar, lo que genera que los especialistas gastronómicos no la prefieran en los finos platos de peces por su carne magra y sinsabor.
En Mar del Plata, se pescó en familia
Modalidad de pesca
Las salidas son siempre al amanecer, aprovechando cuando es menor el viento, situación que varía generalmente pasado el mediodía, cuando aumenta el viento, y al agitar las aguas, provocan incomodidades en las embarcaciones. Si bien esto no ocurre frecuentemente, hay días mejores y otros peores para la pesca, debido que la modalidad más efectiva es al garete. Lo que se busca es colocar el barco por encima de la piedra elegida, para que con leve movimiento pase por arriba del veril, hasta su terminación y capturar los peces que allí debajo se esconden, y están siempre al acecho de cualquier movimiento, que en este caso son nuestros cebos. Cuando los vientos son leves es mucho más fácil para el Capitán mantener la embarcación a la péndula del cardumen, pero los vientos muchas veces dificultan estás estrategias, movilizando la misma de la zona, ya que las piedras que buscamos son muy pequeñas casi del tamaño del barco. De cualquier manera, siempre se trata de corregir la deriva con ambos motores en reversa y los pescadores deben estar bien atentos a las maniobras del Capitán para evitar enredos o líneas enganchadas en las hélices, pero todo esto se ve en la práctica.
Las capturas
Unos minutos antes de llegar a destino, los Marineros ofrecen la charla táctica a los pescadores, para familiarizarse con los equipos y la modalidad de pesca, fundamental para los mejores resultados. La posición exacta y la vista en el lecho marino, la debemos gracias a la lectura de sondas modernas que marcan la diferencia entre probar y pescar. Cuando todo está preparado, a la cuenta de tres, todos los plomos bajan al mismo tiempo, antes de llegar al fondo, los piques comenzaron en forma vertiginosa, aquellos que son más pacientes posiblemente logren dobletes, de meros, salmones y chernias, los que son más impacientes, seguro no le dan tiempo a comer y pueden perder su oportunidad, en todos los casos con los primeros lances la ansiedad de los pescadores los obliga a cometer errores, pero en el transcurso del día se tranquilizan y le dan al pez la posibilidad de comer su cebo antes de ejercer la clavada, Los piques son constantes, unos tras otros, pero en muchos casos para capturar algún salmón, el factor suerte es el mejor argumento, ya que esta especie, no es un cazador nato, por el contrario, es lerdo y algo torpe y si la carnada no está cerca al alcance de su boca, tanto los meros como otras especies siempre llegar primero. En muchas oportunidades nos encontramos con grandes cardúmenes de Besugos y Meros y sabemos que los Salmones están también allí porque comparten el hábitat, pero debemos cambiar de lugares ya que resulta difícil capturar los salmones habiendo tantas otras especies. Lo importante, (como revelan estas fotos) es que, en Mar del Plata, sabemos y conocemos a la perfección cómo y dónde pescar durante todo el año.
Las distancias y la pesca
Como comentamos al principio de la nota, las especies eligen, por temperatura del agua, su lugar de residencia, aunque, también hay cambios obligatorios, debido a la presión que ejercen las profundidades, por ejemplo durante casi todo el año, buscamos profundidades que promedian los 60 metros, pero en Primavera, todo cambia, la presión del agua a 7 atmósferas, provocan que las ovas de los peces no maduren fácilmente, deben buscar honduras entre los 25 a 40 metros, esto nos permite navegar a menores distancias y encontramos grandes cardúmenes en su pleno período reproductivo, capturando en cada piedra, algunos pocos, para no perjudicar su procreación.
En los últimos días, tuvimos la suerte de hacer una excelente jornada de pesca con salmones de hasta 20 kilos y meros en cantidad. Sin dudas, Mar del Plata tiene pesca todo el año y es una ciudad turística que brinda lo mejor en materia de servicios, una opción que recomendamos no se pierda el aficionado.
Servicios:
- Sandokan Pesca. Tel.: (011) 15-49867694. Salidas diarias en embarcaciones habilitadas. Equipos completos de pesca. Carnadas y artificiales. Página web: www.sandokanpesca.com.ar
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