Miramar es uno de los destinos más elegidos cada verano, pero también, es un imán para los aficionados en el invierno, momento del año en el que el pejerrey convoca a los cañófilos que encuentran en las costas del partido de General Alvarado una infinidad de escolleras, el muelle y los famosos “pozos de pesca” o “pozones”, lugares que por sus características geográficas son excelente opción para el pescador.
En este periplo piscatorio invernal 2025, aunque el clima no acompañó desde las últimas horas del pasado sábado 21, los rindes han sido interesantes en todo el frente costero miramarense. Según nos informaba el colega Marcelo Arias, referente de Pasión de Pesca Miramar, entre tantos pesqueros, sobresalió la escollera Cero uno de los mejores puntos para tirar la caña. Se trata de la primera de las construcciones de piedra que advertimos al entrar en la ciudad. Allí, tenemos la chance de intentarlo en todo tipo de modalidades y donde casi siempre se pesca algo. En este punto se dio una muy linda variada invernal con brótolas, congrios, rayas y pescadillas pescando con línea de fondo y con langostinos o peje de carnada. Cerca de allí, pagó en forma similar la Uno, también llamada del Náutico, único lugar habilitado para el ingreso o egreso de gomones y en la que encontramos el puesto de Prefectura. Tiene algo de enganche y es junto a la cero, de las más largas.
A la altura del centro, una sucesión de piedras se va encontrando a la altura de cada calle que desemboca en el océano y da nombre a cada una de las escolleras. Entre tantas, la última semana se destacaron la 11, 17 y 25, espigones que dieron escardones y panzones, especialmente en horas nocturnas.
Con 140 m de extensión, el muelle de los pescadores se adentra en el océano y es un sitio que da grandes chances al aficionado. Se ubica en la avenida Costanera y avenida 37. La misma rindió durante el día, con cornalitos pescando con medio mundo, mientras que con caña hubo respuestas de pejerrey con la modalidad de tres boyas o con el paternóster. Además, siempre sorprende alguna pescadilla y palometa, con encarnes que pagan bien de filet del peje o de magrú. Durante la noche, en cambio, lo mejor está con mucho congrio y pescadillas.
Transitando la ciudad de Miramar, otro punto destacado es el Pozo de la Burriqueta, al que encontramos una vez que se supera el Cristo de la Hermandad, ahí no más se advierte esté calificado pesquero muy conocido por los asiduos a estas playas. A 600 metros, es el inicio de una zona de barrancas que se extiende de aquí en adelante. Por allí, durante el día salieron corvinas de buen porte y tanto escardones y panzones fueron el deleite para los fanas del flecha de plata.
Siguiendo hacía el sur, la zona del muñeco de madera zona, un punto característico para el lugareño, las faenas fueron importantes con una excelente pesca de muy buenas pescadillas, tanto cantidad como calidad. Además, no faltó el escardon ni el panzón, siendo muy útil usar líneas paternóster. Cerca de allí, una roca emerge y da nombre a Rocas Negras, un pesquero muy calificado para la variada como para el pejerrey. Paralelo a la sede de retiro espiritual del Opus Dei, y conocido también como La Virgencita: es otro destacado punto que viene pagando bien. Se trata de un sector de poca playa de arena, que forma una bahía de acantilados bajos y que recibe ese nombre debido al color marrón oscuro/negro de sus piedras. Los pescadores que estuvieron destacaron el uso de tres boyas.
Abundan los buenos pesqueros en una zona de mucha piedra que atrae a los peces a alimentarse. Destacamos algunos de los tantos, obviando a clásicos como el primer y segundo arroyo, que dieron panzones en la mañana y pescadillas por la noche; o Ebomar, un punto que sigue entregando sargos. Múltiples opciones para acercarse a General Alvarado y descubrirlos.
Comentarios