Los matungos presentes en Los Manantiales

La jornada del domingo pasado movilizó a buena cantidad de cañófilos que se acercaron a lagunas del sudeste bonaerense a disfrutar de una jornada de pesca e intentar lograr el pejerrey de mayor peso, pez que les brindaría la chance de un premio de los grandes. 

En el partido de Coronel Dorrego, y precisamente en la laguna Los Manantiales tuvo lugar una de las propuestas piscatorias más interesantes, ya que se trataba de un espejo que atesora muy buena calidad de capturas. En la previa se habló mucho del escaso peso de los pejerreyes, largos pero flacos, pero la ganchera conformó a los participantes y organizadores, con ejemplares muy interesantes, cerrándose el top ten de la clasificación con piezas mayores de los 686 grs. La victoria correspondió al pescador de Lobería, Marcos Lelo, quién capturó un pejerrey de 964 gramos que le dio el premio mayor de un millón de pesos. Martín Cornejo, de Monte Hermoso, fue segundo, con 858, mientras que el tresarroyense Ezequiel Ferraro completó el podio con 843. La calidad se notó también entre las damas, donde la siempre presente Gabriela Giles sumó otro triunfo, con un soberbio ejemplar de 680 grs, y entre los más chicos, ya que el cadete Maximiliano Gilardone de Azul logró uno de 580 grs. 

Otra atrapante propuesta fue en Pigüé, en las lagunas Las Encadenadas, toda una referencia para los pescadores de la región, los pesos pesado no aparecieron, como sí lo hicieron en otras oportunidades, pero si salieron piezas destacadas, como el pejerrey del ganador, Adrián Siben, el local que logró un ejemplar de 500 grs, superando al suarense Juan Beltrán, que capturó una pieza sólo 4 gramos menor, e Iván André, completó el podio, con 469 grs. La dama mejor clasificada se metió sexta en la general, hablamos de Laura Garay, quién extrajo un pejerrey de 402 grs. Buena propuesta que organizó, una vez más, el Club de Pesca y Turismo de Pigüé. 

Para destacar, ambas propuestas conformaron con el pique a los pescadores y contaron con cupo completo de participantes, algo que confirma que los cañófilos le ponen el pecho a la difícil situación económica y siguen apostando por competencias que entregan buenos premios.