Siempre hay algo nuevo bajo el sol, reza un viejo proverbio. Así que, junto a la compañía de Gastón Cimmino, Alberto Frontoni y Cristian Wasiljew, llegamos hasta Aguas Claras, una nueva cava ubicada en la localidad de Brandsen, a sólo 3 km del pueblo, donde Micale –su administradora– nos estaba esperando para mostrarnos el gran complejo turístico que está armando y que posee una laguna de 6 hectáreas de agua muy cristalina, la que en un 80 % se puede recorrer con vehículo.
Para probarla a fondo, los cuatro nos separamos cada 50 m de distancia, ya que el viento era mayor a 20 km/h del cuadrante oeste, lo que dificultaba pescar con boyas de flote. A las 10 de la mañana ya teníamos armados los equipos con variedad de líneas para incursionar en un ámbito desconocido. No sabíamos cuál podría rendir mejor ni cómo se estaba dando el pejerrey. Cristian y Gastón optaron por líneas de 3 boyas con brazoladas de 30 hasta 60 cm. Alberto, por su lado, armó un paternóster con 3 bajadas para lograr una profundidad de hasta 2 m. Y quien escribe probó con líneas de fondo de 2 anzuelos, con el agregado de una boya elevadora del estilo zanahoria de 10 cm. En cuanto a la carnada, todos optamos por mojarra viva.
Primavera con muchos pejerreyes en Cochicó
La respuesta no tardó en llegar y comenzó cuando Gastón pudo izar un pejerrey de más de 30 cm luego de errar varios piques combativos. Los ejemplares de Aguas Claras no se regalan- Hay que clavarlos y no es tarea fácil. Tras varias primeras capturas comprobamos que al pejerrey se lo ve sano, sin parásitos y muy bien alimentado: eso lo hace peleador. A medida que avanzó la jornada, Alberto, con su paternóster, también obtuvo resultados positivos con piezas de portes similares. Cristian, por su lado, apenas llegó al predio probó en contra del viento y apenas tardó 5 minutos en izar la primera pieza de más de 35 cm. Entre piques errados y concretados, ensayos y anécdotas, el mediodía se hizo presente y con las altas temperaturas el pique mermó. Así que reservamos varios dientudos –carnada que comprobamos que resultó fundamental– para la última hora de la tarde. Y optamos por ir a almorzar e hidratarnos. El calor ya pegaba lindo.
Sorpresas de la cava en Máximo Paz
Equipos
Los ideales son cañas de acción de punta de 4,20 m a 4,50 m. Reeles frontales del tamaño 2500 a 3000. Si vamos a pescar de flote, utilizar multifilamento de 15 a 20 libras (1 lb = 0,453 kg). Es importante llevar gran variedad de líneas, tanto de flote como de fondo, incluyendo paternóster, porque nunca sabremos de antemano a qué profundidad estarán los pejerreyes. En cuanto a plomadas, de 20 a 60 g si se pesca de fondo, según el viento. Anzuelos del número 1 y 2, serie clásica de pejerrey, un buen copo para las sorpresas, y boyas de tamaño mediano, formato trompito, chupetona, clásica, y/o cometa.
Tras una hermosa sobremesa decidimos cruzar toda la laguna, ponernos con el viento de espalda y pescar de flote para que las boyas derivaran solas, sin punteros. Fue así que Cristian y Alberto tuvieron varias respuestas positivas con pejerreyes de más de 38 cm a última hora. Por su parte quien escribe, haciendo intentos de pesca de tararira en las costas de baja profundidad, pude capturar un bagre de más de 3,5 kg, con lo cual verificamos las variedades que puede entregar este espejo. La referencia anterior había sido Cristian, quien en días previos había pescado un bagre sapo superior al mío, encarnando con dientudo autóctono. Damos fe de que, con los equipos bien afilados, durante una jornada de pesca se puede llegar a una docena de flechas de plata de buena medida por caña, si hacemos bien los deberes.
En conclusión
Aguas Claras, como la mayoría de las tosqueras y cavas, no es fácil para sacar volumen, ya que hay que ser muy prolijo con los elementos de pesca y con las técnicas porque los pejerreyes son muy esquivos. Nosotros erramos muchos piques a pesar de estar con un guía del lugar que nos asistió para realizar este material. Por eso, para no fallar recomendamos contactarse con Cristian, el referente de este ámbito, a fin de no llevar elementos de pesca de más o innecesarios. Otro dato no menor es estar constantemente probando alternativas de profundidad y, si los resultados no se dan, cambiar de sector cada 30 minutos. Nuestra conclusión es que el pejerrey, al ser de cautiverio, se mueve en cardúmenes, con lo cual genera frecuencias y ráfagas de pique que pueden entregar 8 piezas o más en apenas 20 minutos. Como contrapartida, también podemos estar media hora y no sacar ninguno. Por último, probar tentarlos donde muere el viento, ya que esos sectores concentran grandes cardúmenes de mojarras. E intentar también donde nace el viento, pero con boyas livianas, dejándolas garetear. El lugar vale la pena por cercanía, seguridad y privacidad, pero tener en cuenta que por día sólo dejan ingresar 6 vehículos sin excepción y con reserva previa. Tampoco se permiten embarcaciones externas (kayaks o botes) ni bañarse en estas aguas profundas. Por el momento, el ámbito abre sus puertas los fines de semana y las vísperas de feriados, tras pagar un canon por persona. No se permite hacer fuego y se pesca de sol a sol. Recordar que es una reserva natural privada, no dejar bolsas ni basura en las costas: el más mínimo detalle que impacte en la naturaleza de este ámbito.
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