Hablar en España del siluro es hacerlo de uno de los peces más grandes que puede encontrarse el pescador. El Silurus glanis puede sobrepasar los 100 kg y es toda una amenaza para los hábitats autóctonos, ya que es parte del catálogo de especies exóticas invasoras por el daño que causa, un título que comparte con la carpa común. El gigantesco tamaño que alcanzan los siluros no solo los convierte en un depredador temible, sino que también es un trofeo muy apreciado por los aficionados a la pesca. En consecuencia, una jugosa fuente de ingresos para las poblaciones próximas a los pantanos en los que residen.
Carpa récord con mosca en Puerto Varas
Uno de los miles de aficionados que va por ellos es un argentino que vive en España desde hace décadas. Se trata de Marcos López, quien ya había sido noticia hace poco tiempo por la captura de un ejemplar de 2.30 m, una pieza lograda en la margen izquierda del río Ebro, entre el Puente del Voluntariado y el de la Almozara. En esta ocasión, la extracción se dio este último fin de semana, en el mismo río a su paso por la capital aragonesa. El pez de 2.44 m de largo ha sido capturado por López, en la zona de la Expo. "Ha sido impresionante", confesó el aficionado a Heraldo, que en otras ocasiones también realiza esta actividad en la zona de Sástago. Además, este ejemplar ha sido el único que López ha capturado durante la mañana. López suele ir acompañado de algún amigo, pero en esa ocasión iba solo: "Un señor me ha ayudado a hacer la foto", cuenta. El argentino de 45 años ha conseguido capturar este siluro gigante cerca de las 12 de la mañana cuando llevaba cerca de cuatro horas de jornada.
Pescan una carpa gigante que bate récords
"Oportunista, voraz y agresivo". Así define el catálogo de especies exóticas invasoras al siluro, una criatura, recuerda, que se alimenta de otros peces, pero que también incluye en su dieta anfibios, cangrejos, roedores o aves acuáticas y "altera de forma importante la estructura trófica de los ecosistemas acuáticos". A pesar de esto, la especie es un verdadero negocio que atrae a aficionados de otros puntos de Europa y supone una importante fuente de ingresos para las localidades ribereñas. Según señalan, suelen desplazarse más de 100.000 personas atraídas por su pesca, generando la aparición de campings, tiendas, resto, hoteles, alojamientos rurales y demás actividades con eje en la faz piscatoria. En algunas ciudades, el turismo de pesca supone un tercio de su economía. Como la carpa, el siluro es un pez invasor extranjero que se divide entre los que lo odian y los que lo aman, pero que genera recursos y comentarios que hacen que no pase desapercibido.
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