Hace algunas semanas, en la isla italiana de Elba, no muy lejos de la Toscana, fue encontrado muerto un extraño tiburón que tenía la característica aleta dorsal de estas especies, pero además tenía una cara rara, muy similar a un cerdo. El tiburón fue hallado por los oficiales de la marina del lugar, pero su extracción del agua causó gran revuelo en internet, luego de que se publicaran sus fotos en la red social Facebook.
Sin embargo, pese al asombro de muchas personas, rápidamente científicos explicaron que se trataba de un tiburón rugoso angular (Oxynotus centrina), más conocido en algunos puertos como “pez cerdo”. Su apodo se debe a que a pesar de que en el agua se parece a cualquier otro tiburón, un cazador rápido y gris con aletas dorsales empinadas que sobresalen de su espalda, posee una cabeza plana, ojos muy abiertos y el hocico romo y rosáceo, muy parecido al animal terrestre.
“Se le llama comúnmente ‘pez cerdo’, porque cuando sale del agua emite una especie de gruñido, muy similar al de un cerdo”, dijo Yuri Tiberto, del Acuario de Elba (Italia), al medio Toscana Media News.
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Según trascendió, los oficiales de la marina encontraron al tiburón rugoso flotando muerto en el agua antes de arrastrarlo al muelle. Estos tiburones abundan en el Mediterráneo, donde sus aletas dorsales espinosas y sus cuerpos relativamente grandes los hacen vulnerables a las operaciones de pesca, según los datos de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Por ello, las poblaciones de tiburón angular llevan décadas disminuyendo, y la especie se considera vulnerable (un puesto más seguro que “en peligro” en la escala de la Lista Roja). Este tiburón rugoso también vive en todo el océano Atlántico Oriental, desde Noruega hasta Sudáfrica. Se les ha visto entre 60 y 670 metros por debajo de la superficie del océano y, según la UICN, suelen alcanzar una longitud de 1 metro.
Sin embargo, en el mar Mediterráneo no faltan extraños tiburones. En julio de 2019, los pescadores de esta zona arrastraron un tiburón “desnudo”, es decir, un tiburón que aparentemente había nacido sin piel ni dientes. Sorprendentemente, el tiburón había vivido 3 años antes de morir en las redes de los pescadores. Los científicos no han vuelto a ver nada parecido.
Fuente: Live Science
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