Promediando el mes de octubre los pescadores de la Costa Atlántica empezaron -como todos los años- a prepararse para una de las pescas que más emociones fuertes despierta. Una especie que posee muchos fanáticos como la del tiburón. Ni que hablar cuando, como situación extraordinaria, se combina con sectores como el Faro Querandí, donde la cercanía de la canaleta permite alternar los fondeos como capturas a tiro de caña y con equipos un poco más livianos.
La temporada, tal como adelantamos en nuestra edición papel, arrancó de la mejor manera, con calidad y cantidad de capturas. Y entre tantos fanáticos que tiene la especie, uno de los que visitó asiduamente el Faro Querandí fue Román Guianone, un calificado caster que, además, siempre nos mantiene informados de las novedades de la región. Desde mediados de octubre viene logrando buenas capturas, pero, la nota la dio en los últimos días con un ejemplar para el recuerdo. Fue en una salida acompañado de Juan Ignacio Montenegro, Alejandro Guillermo, Ezequiel Madril y Emir Alegre, un quinteto que apostó por dar con los grandes escualos fondeando con drones, una técnica muy usada en estos tiempos por los tiburoneros.
El pique fue en caña de Román, una Tokio 4.37 m, con un Penn 6/0 y un anzuelo circular 20/0 en el que encarnó una lisa entera. Una pelea dura de un tiburón bacota hembra que midió, una vez en arena firme, 2.70 m. Merecido premio a un grupo que buscaba una captura de este tipo, recordando que se trata de una especie que debe volver al agua, por lo que, tras el marcado, se procedió a la devolución.
Se adelantó la temporada en Santa Clara del Mar
El grupo de pescadores nos contaba que, además de la captura, lo más increíble es el ataque de los tiburones a la carnada en superficie, una situación que les pasó ya 4 veces, con piques al cortar el grampin y cuando sube la carnada con la boya. Algo poco frecuente, según nos decía Guianone.
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