En las modalidades de pesca son muchas las alternativas que tenemos, de la misma manera ocurre con la cantidad de carnadas que podemos utilizar, pero que estas den o no buen resultado depende de nuestra elección y forma de encarne. En particular hablaremos del encarne con anguilas.
Pesca: ¿dónde ir este fin de semana?
En general se suelen utilizar vivas, de esta forma el encarne se realiza con un solo anzuelo pasando cuatro dedos de distancia atrás de la cabeza sin tocar ningún órgano vital o vertebra, de esta forma evitamos que la anguila se enrosque en nuestro líder de acero o nailon. También se la puede presentar muy prolijamente con dos anzuelos en tándem, es decir uno atrás de la cabeza como lo indicamos y el otro más abajo pasando la mitad de la misma.
Últimos pejerreyes en el Paraná Guazú
En esta modalidad se puede agregar un plomo pasante de unos 10 a 20 g. Además, se impone utilizarlas con la embarcación a la deriva, garete o pinda llevándolas en movimiento, dado que si utilizamos este encarne en pesca a la espera o de costa y dependiendo el fondo que tengamos, puede ser que no tengamos ni una sola respuesta de pique.
En líneas generales, si utilizamos anguilas vivas en fondos barrosos y blandos, seguramente la anguila va a enterrarse en el fondo para protegerse de los predadores naturales y de ahí que nuestra carnada no va a prestarnos ninguna utilidad.
Entonces ustedes se preguntarán qué hacer. Pues bien, en mi zona de influencia (Paraná Guazú, el Bravo, arroyos y canales interiores), si la pesca la voy a realizar a la espera, lo mejor es utilizar en los anzuelos el encarne de rodajas o trozos pequeños de anguilas, no la anguila viva o entera, de esta forma y en lo personal logré las mejores capturas de tarariras, dorados, surubíes. Además, aunque parezca increíble, capturé bagres amarillos, patíes, bagres blancos y hasta bogas de excelentes portes.
Recordar entonces que en fondos de barro blando la anguila viva y a la espera no es lo más efectivo, sino que en esa modalidad de pesca se impone la rodaja o trozos de anguilas pequeños, tal y cual lo utilizan los comerciales con excelentes resultados en sus espineles, algunos superando más de 60 anzuelos, los que sería imposible de encarnar en su totalidad con anguilas vivas.
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