Friday 29 de March de 2024
PESCA | 16-05-2018 09:53

Pejerreyes para todos en la laguna Altos Verdes

El espejo de Castelli se encuentra muy bien poblado de flechas de plata, donde los ejemplares de 40 cm no son la excepción.
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La laguna Altos Verdes, en el que se encuentra el pesquero La Orfilia, fue nuestra elección tras recorrer distintos ámbitos rendidores cercanos a Capital Federal. A pesar que este otoño viene cambiante, con temperaturas no estables, una charla telefónica con Roberto, su propietario, nos convenció de que allí estaban los grandes. El espejo se encuentra en el partido de Castelli, a unos 220 km de Capital Federal, por Autovía 2 primero y, luego, a través de un camino de tierra que sale tras pasar un famoso parador. Allí un cartel indica que, para el camping La Orfilia ubicado al borde del espejo, restan 17 km. Tras los saludos, Roberto continuó insistiendo que el lugar se encontraba bien poblado de los codiciados flechas de plata.

Las cañas que utilizamos fueron de 4 m, ultralivianas y cómodas para realizar esta modalidad de flote. Los reeles fueron cargados con nylon de 0,26 mm y con multifilamento de 0,14 mm. Y las líneas elegidas, las de tres boyas con una pequeña trampa en la madre. Los colores de boyas que más rindieron fueron verde y verde limón pero no hay que descartar las españolas y los tonos rojos con negro. Los mejores anzuelos, los N° 1 y 1/0 en brazoladas de entre 15 y 40 cm de profundidad. En cuanto a la carnada, la más rendidora resultó la mojarra viva de mediana a grande y el filete de dientudo cortado en tiras finas, encarnado de una sola pasada para que mantenga absoluto movimiento en el agua.

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El ámbito

De cubeta irregular y redondeado, el cuerpo de agua tiene más de 1.200 ha con una profundidad media de 2,50 m. El fondo es de barro pero predomina la tosca, lo que le brinda transparencia. Es frecuente su desborde por efecto de las lluvias en las épocas de mucha agua. Sus costas son muy limpias, con suaves declives. Se alimenta de los desbordes del río Salado que llegan por el arroyo San Miguel, por los rebalses de los bajos de Ochoa y, además, tiene una compuerta que lo regula. En sus aguas predomina el pejerrey, que convive con otras especies como bagres, dientudos, carpas, lisas, sábalos y tarariras.

A bordo de la embarcación partimos hacia el Este para probar la modalidad anclado, ya que predominaba un buen viento de este sector. Veíamos muchas corridas que nos anticipaban una excelente jornada así que, sin más, comenzamos a realizar los primeros lances y, sin demora alguna, los piques de estos flechas de plata dieron el sí.

Nuestro compañero Abel Arenillas, pescando muy cerca de la embarcación, obtuvo la primera pieza que superaba la medida, era muy vigorosa y se encontraba bien alimentada. Los piques, en su mayoría, fueron uno tras otro y hasta hubo dobletes y capturas que se dieron a unos 15 cm de la superficie, como la que logró Nicolás Albanese. Por momentos, hasta veíamos los aparejos deslizarse de un lado al otro, llevados por ejemplares que superaban los 30 cm.

Tras este buen comienzo, decidimos realizar un garete con rumbo Sur hasta donde nos llevara el viento. Y ocurrió algo diferente: uno de los piques fue distinto a los demás: marcó en mi aparejo una llevada muy suave que, por momentos, largaba. Lo tentaba con movimientos cortitos en la línea para que tomara la carnada. Una vez que se afirmó y la llevada fue constante, concreté la clavada. El agua explotó con cabezazos que sacudían el aparejo en el agua. Se trataba de un lindo flecha bien alimentado que acusó 45 cm. Los piques fueron más constantes que en el sitio anterior, y los portes también, ya que los ejemplares superaron los 40 cm.

Estábamos casi en la costa sur cuando decidimos volver a practicar la modalidad anclado. De hecho, teníamos el agua bien oxigenada y esto nos facilitaría la pesca. Así que las líneas fueron nuevamente al agua y las respuestas volvieron a ser rápidas pero con portes de múltiples tamaños, aunque predominaban los de 30 a 35 cm.

Un dato para tener en cuenta es que el espejo se encuentra muy bien poblado y, a su vez,

con muchos juveniles. Realizando bien los deberes y teniendo en cuenta los puntos mencionados, logramos la cuota permitida de 25 ejemplares mayores a 25 cm por pescador. El ámbito también permite realizar pesca de costa, una asignatura que nos quedó pendiente pero cuyo éxito garantiza Roberto.

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Nota comleta en Revista Weekend del mes de Mayo 2018 (edición 548)

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Marcelo Ferro

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