Iniciada su construcción en 1968 y puesto en funcionamiento en 1972, la represa El Chocón fue llamada en su momento “la obra del siglo”. Pero más allá de estos detalles, lo que nos interesa especialmente es el enorme cuerpo de agua que formó al inundar 66 km del valle del río Limay. Bautizado como Exequiel Ramos Mexía y con una superficie de 830 kilómetros cuadrados, en él caben uno y medio lago Nahuel Huapi o más de 10 Huechulafquens. Un espejo realmente intimidante, y que con una embarcación requiere ser abordado con buen pronóstico y mucho respeto. Sobre todo en una estepa árida donde los fuertes vientos son una constante gran parte del año.
Comparado con otros embalses ubicados aguas arriba, como el caso de Piedra del Aguila, el Ramos Mexía posee una cubeta más abierta y plana (su profundidad media es de solo 24,7 m). Ello se traduce en un volumen fotosintético superior, que repercute en una mayor productividad y un mayor desarrollo planctónico. Este fenómeno explica la abundancia de pejerreyes patagónicos, uno de sus mayores atractivos para la pesca sutil con mosca.
Nota publicada en la edición 493 de Weekend, octubre de 2013. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al Tel.: (011) 4341-8900. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.
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