Hace unos días se vio fondeado en el puerto británico de Penzance al Triple Seven, uno de los yates más caros del mundo, el cual es propiedad de Roman Abramovich. Pero la embarcación no está siendo utilizada por el magnate, sino por el actor Tom Cruise, que está disfrutando de todos los lujos que hay a bordo para descansar después de tantos días filmación.
La embarcación tiene un precio estimado de 37 millones de euros, aunque también se puede alquilar por 537.000 euros a la semana. Por lo visto a Tom Cruise estos números no son un inconveniente a la hora de planificar sus vacaciones.
Cómo es el Triple Seven
El yate tiene 68 metros de eslora y fue fabricado por la naviera alemana Nobiskrug. A bordo cuenta con numerosos espacios abiertos, mientras que el interior está equipado con comodidades del máximo nivel y acompañadas por una decoración minimalista.
El Triple Seven tiene capacidad para recibir hasta 12 invitados. Además dispone de una tripulación de 18 miembros para atender a los invitados y asegurar una experiencia de viaje única.
Como es de esperar, una embarcación de este estilo cuenta con varios espacios para distenderse y disfrutar, como un jacuzzi, gimnasio, bar y solárium, entre otras cosas. También lleva a bordo motos de agua, kayaks, tablas de wakeboard y hasta un tobogán inflable.
Por qué Triple Seven
Su nombre se debe a que cuenta con varios elementos inspirados en el número 7. Precisamente el 777 es considerado el número de la suerte en Alemania, lugar donde fue construido.
A modo de curiosidad, y para dar un ejemplo, dispone de 7 ventanas a prueba de balas. También de 7 grabados que adornan sutilmente la escalera de caracol flotante en el centro del yate.
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