Cuando hablamos de yates de lujo, prácticamente nos podemos esperar cualquier cosa, como que sea invisible al radar. Esto no sucede con el Bond Girl, aunque tiene toda la apariencia de una embarcación furtiva.
Diseñado por Hannah Hombergen y George Lucian, el barco es un concepto de trimarán híbrido de 77 metros, que ya por las fotos parece sacado de una película de espías. Uno de los rasgos más llamativos son los dos flotadores laterales del yate, que garantizan un alto grado de estabilidad, lo que le permite contar con un puerto seguro para atracar una embarcación auxiliar.
Además, estos flotadores albergarán las cabinas de la tripulación, como también la maquinaria. Esto permite que el casco principal tenga más espacio para el disfrute de los pasajeros, como también reducir el nivel de vibración y ruido. Como es de esperar, el interior tendrá un amplio dormitorio principal de dos niveles, con un balcón plegable y una decoración inspirada en el mundo del cine.
“Ya sea que eres el bueno o el villano de la película, este superyate se adaptará perfectamente a tu próxima misión”, dicen los diseñadores, y la verdad es que razón no les falta.
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