El personal del Parque Educativo Mundo Marino, ubicado en la localidad bonaerense de Mar del Tuyú, tiene un gran motivo para festejar: un águila mora volvió a volar tras dos años de rehabilitación, en medio de los aplausos y de las lágrimas de emoción de todos ellos.
El personal de Mundo Marino colocó la jaula sobre uno de los montes ubicados casi en las afueras del extenso predio para que, 10 minutos después, finalmente el ave pudiera comenzar a volar y, así, regresar a vivir en su hábitat natural. Según informaron los especialistas, se trata de una hembra de entre tres o cuatro años de edad y de 8 kilos de peso que, al cabo de estos dos últimos años en los que estuvo en cautiverio para su recuperación, logró recuperar por completo todo su pelaje.
Cuando llegó al centro, el águila estaba muy desnutrida y con una condición corporal extremadamente mala. “El animal ingresó en muy malas condiciones. Estaba bajo de peso y tenía las plumas de la cola manchadas con materia fecal, lo que nos indicaba que estaba en un lugar de dimensiones reducidas. Muy probablemente habría sido víctima del mascotismo o tráfico ilegal de animales silvestres”, explicó Néstor Truppa, uno de los encargados del área de rehabilitación de animales terrestres.
Tras tomarle una serie de radiografías para comprobar si tenía algún compromiso óseo y de evaluar la herida de su pata derecha, los veterinarios observaron que tenía un cuadro de pododermatitis infecciosa en ambas almohadillas de las garras, que no es otra cosa que una inflamación que se produce por el contacto permanente con un sustrato inadecuado o negativo, en este caso presumiblemente un caño o algo de superficie rígida.
El proceso de rehabilitación siguió con numerosas curaciones, suministro de antibióticos y tratamientos para estimular la regeneración del tejido y la curación completa de las garras. Así, luego de unos meses, el equipo de veterinarios y biólogos que lo trataban notaron que el águila comenzaba a mover sus alas, como queriendo volar.
Ave rapaz
El águila mora es una ave rapaz que habita en toda América del Sur, desde la Argentina hasta Venezuela, y que cumple una función ecológica fundamental al cazar especies exóticas como la liebre europea y el conejo común que compiten por la alimentación con especies autóctonas como el chinchillón o vizcacha serrana (Lagidium viscacia) en el oeste de Río Negro, y con la mara patagónica (Dolichotis patagonum). También los cuises, hurones, zorrinos y la carroña forman parte de su dieta.
La reproducción de esta especie comienza a finales del invierno y suelen utilizar el mismo nido durante varios años. Entre septiembre y octubre comienza la puesta que puede ser de 1 a 3 huevos que son incubados tanto por la hembra como por el macho.
Las hembras son de mayor tamaño que los machos llegando a superar los 3 kilos y a alcanzar una distancia de dos metros cuando tienen sus alas extendidas.
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