Gran variedad de especies en un Río de la Plata en transición

El Río de la Plata se encuentra en un período de transición espléndido para la pesca en kayak, las especies primaverales están llegando al mismo tiempo que las de invierno se van. Los mejores pejerreyes vienen de río adentro, mientras que al sur ya aparecieron las corvinas rubias. Además, el pique de bogas y carpas también se afianzó. Solo es cuestión de días o semanas para que se sumen los dorados y chafalotes.

Para la pesca de la corvina rubia zarpamos desde la zona de Berisso y tomamos rumbo sur, pasando por La Balandra, Magdalena y Punta Piedras. El clásico pesquero kayakero es La Balandra, por su proximidad con la ciudad de La Plata y su fácil acceso, aun con lluvia en los días previos. Cuenta con ingreso gratuito y estacionamiento público sobre la orilla del río. Es un lugar perfecto para codearnos con varios grupos de kayakistas y de paso disfrutar de asados, campamentos y una excelente camaradería.

Cerca de la costa se pueden buscar bogas y pejerreyes junto a los juncos, pero los grandes matungos los encontramos luego del veril, a unos 800 metros (coordenadas: -34° 55.322' -57° 42.544'), donde también se da el pique de corvina. Los sectores más rendidores son aquellos cuyo fondo se encuentra cubierto por mejillones.

Si encontramos el río completamente planchado, podemos alejarnos unos 3.000 metros (coordenadas: -34° 54.528' -57° 41.672'), siempre y cuando contemos con todos los medios de seguridad y comunicación, además del mejor pronóstico. Cuando hay marejada, la zona se pone picante enseguida. Acá la carnada por excelencia es el camarón fresco congelado o colitas de langostino pequeño. Para las líneas optamos por las clásicas de fondo, con anzuelos chicos para corvina y plomos fijos o corredizos de entre 60 a 100 g, dependiendo de la fuerza de la corriente.

Por el balneario de Quilmes también se pueden realizar muy buenas pescas. Si bien rara vez sale una corvina rubia, es un pesquero que día a día toma renombre en cuanto a pejerreyes, bogas y carpas. Desde el Pejerrey Club hacia el sur hay grandes playones para dejar los vehículos. El point que más ruido viene haciendo últimamente es denominado La Pajarera. Se encuentra a la altura de la calle 26 y Avda. Cervantes, donde se pueden observar restos de hierros semisumergidos de una antigua arenera. Además de ser elegido por biguás y garzas blancas, también es visitado por cientos de pescadores en kayak. Es uno de los lugares más rendidores en cuanto a la boga y la carpa, aunque también su pesca se extiende a lo largo de toda la costa. Como carnadas podemos utilizar el maíz hervido con esencia de vainilla y azúcar; el salame cortado en cubos de 5 mm, que nunca falla; y también la masa, de la cual cada pescador tiene su receta “infalible”. Sobre los equipos, nos inclinamos por líneas clásicas con un anzuelo para boga y plomo corredizo de 20 a 40 g. Cebar un poco la zona trae buenos resultados, pero si nos pasamos de la cuenta el pez se verá distraído con tanta comida. También se obtienen buenos moncholos y bagres amarillos.

A su vez, todavía hay lindos pejerreyes por esta zona, aunque los más grandes solo están río adentro, mínimo dos kilómetros. Los portes mejoran significativamente y resulta más fácil dar con un gran matungazo. Para pescar cómodos es aconsejable cañas de 2,7 m, líneas de una o dos boyas y bigotera, dependiendo el oleaje. Por excelencia la mojarra viva es la mejor opción, pero también da buenos resultados las mojarras saladas en harina de maíz. Como siempre, los mejores resultados se obtienen encarando la pesca al garete y con ancla de capa.

El abanico de posibilidades es tan grande que hay que organizarse para encarar la pesca que uno busca. Es fundamental encarar con buen clima, seguro que el resultado será favorable.