El proceso de desalinización de agua más ampliamente utilizado es el de ósmosis inversa, donde el agua fluye por una membrana. De un lado queda agua potable y del otro, queda salmuera concentrada, mucho más salada que el agua del océano. El problema es que la mayoría de las plantas desalinizadoras bombean esa salmuera de nuevo al mar y afectan a las especies más sensibles al aumento de salinidad oceánica, como el abulón rojo.
Esto fue determinado por diversos estudios, como el de Amy Childress, investigadora de la Universidad del Sur de California, quien afirma que una solución sería reducir la concentración de esa salmuera antes de bombearla de nuevo al océano.
Más información de Amy Childress (en inglés): www.elsevier.com
Comentarios