El 28 de noviembre de 1964 la NASA lanzó, desde Cabo Cañaveral, Estados Unidos, la sonda espacial “Mariner IV”, la primera nave espacial que logró obtener las primeras fotografías de la superficie de Marte, a través de una cámara de televisión.
Fue la cuarta misión de una serie de naves espaciales que fueron utilizadas para la exploración planetaria mediante vuelos de aproximación y representó el primer sobrevuelo con éxito del planeta rojo, ya que pasó a una distancia de 9.868 kilómetros (6,118 millas).
Idéntica a su antecesora, la “Mariner III”, la nave fue diseñada con el objetivo principal de llevar a cabo observaciones científicas detalladas de Marte, entre las cuales se destacaban las mediciones de las partículas y los campos interplanetarios en las cercanías de ese planeta.
El total de datos recogidos por la misión fue de 5.2 millones de bits, incluyendo 21 imágenes y 21 líneas de la imagen 22, en tanto que tardó más de una semana en enviarlos a la Tierra, a una velocidad promedio de 8.33 bps.
La imágenes que logró enviar mostraron, por primera vez en la historia de la conquista espacial por parte del hombre, un terreno lunar lleno de cráteres que, más tarde, la nave Mariner IX iba a demostrar que no era lo más común en Marte, sino que sólo aparecía en las regiones más antiguas como las que sobrevoló el Mariner IV.
Aunque la calidad de las fotos no fue tan buena como las registradas por otras misiones posteriores, las 22 fotos pasaron a la posteridad ya que fueron las primeras que se obtuvieron de Marte a través de una nave planetaria.
Mariner IV finalizó su vida útil cinco meses más tarde y, al ocultarse transitoriamente tras Marte, permitió registrar algunas de las principales características de su ionosfera, indicando, entre otras cosas, que la presión de la atmósfera en la superficie marciana era equivalente a tan solo el 1% de la terrestre.
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