Un equipo de paleontólogos del CONICET acaba de anunciar oficialmente el hallazgo de los restos fósiles de una especie de ave hasta ahora desconocida que, según informaron, vivió en la Patagonia argentina hace alrededor de unos 70.000.000 años.
Según relataron los autores del descubrimiento - del cual también participaron científicos de la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” y del Museo Nacional de Naturaleza y Ciencia de Tokio, Japón-, a la revista especializada Cretaceous Reserch, los restos de esta nueva especie a la que bautizaron como Yatenavis ieujensis, fueron hallados a comienzos del pasado año, en la Estancia La Anita, ubicada a pocos kilómetros al sur de El Calafate, Santa Cruz, donde aflora la Formación Chorrillo.
Se trata de un ave de tamaño pequeño, similar al de un gorrión que pertenece al extinto grupo de los enantiornites, que, a diferencia de las aves modernas y al igual que los dinosaurios con los que convivió durante muchos años, no logró sobrevivir al meteorito que cayó sobre la Tierra hace unos 66.000.000 de años y que produjo lo que se conoce como la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno.
“Aunque solo se encontró la mitad distal de un húmero derecho, podemos saber que Yatenavis combina una serie de características que lo hacen único dentro de los enantiornites, y que nos permiten asignar los restos encontrados no solo a una nueva especie sino también a un nuevo género”, relató Gerardo Álvarez Herrera, primer autor del artículo y becario doctoral del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACNBR, CONICET), bajo la dirección del paleontólogo Fernando Novas.
“En este sentido, es importante tener en cuenta que hace 70 millones de años el ambiente patagónico era muy distinto al de la actualidad. La cordillera de los Andes no existía, y donde hoy predominan mesetas y desiertos, había bosques y cuerpos de agua que albergaban peces, ranas, tortugas, serpientes y cocodrilos enormes”, agregó el especialista.
Para los investigadores este hallazgo cobra transcendencia mundial ya que, hasta el momento, no se tenía certeza de que este grupo de aves primitivas hubiera podido tolerar el clima templado que imperaba en el sur de la Patagonia a fines del Cretácico.
“El hallazgo del Yatenavis demuestra que algunas de estas aves se encontraban bien adaptadas a soportar temperaturas más bajas que las de los trópicos, en donde existía una gran diversidad de enantiornites”, afirmó el científico del CONICET.
A partir de este descubrimiento, el equipo de investigadores intentará conseguir la mayor información posible acerca de cómo fueron los últimos 5.000.000 de años de la historia de los dinosaurios en el hemisferio Sur, dado que lo poco que se sabe hasta ahora de esa época milenaria proviene de localidades fosilíferas de Estados Unidos que están ubicadas en las cercanías del cráter de Chixulub, México, donde hace 66.000.000 de años cayó el meteorito que los extinguió.
“Los hallazgos en la Formación Chorrillo constituyen un tesoro que, por primera vez nos permite indagar qué ocurrió con los dinosaurios y con otras especies extintas en el extremo sur de nuestro continente, y contrastarlo con lo que se conoce del norte”, concluyó Alvarez Herrera.
Tanto los restos fósiles de esta nueva y milenaria especie de ave patagónica como los otros fósiles que fueron hallados en la Estancia La Anita, ya se encuentran en el Museo Padre Jesús Molina, en Río Gallegos, Santa Cruz, para su estudio y posterior exhibición.
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