En el año 2003 el gerente comercial de Smith & Wesson propuso la idea de crear un conjunto arma/cartucho que retomara el eslogan que muchos años antes habían utilizado para promover su Modelo 29 y el cartucho .44 Magnum: “El arma más potente del mundo” (según enunciara Harry El Sucio Callahan en sus películas). La idea fue aprobada por el presidente de la empresa y sus técnicos –en colaboración con Cor-Bon Ammo– desarrollaron un potente cartucho con una punta de 12,7 mm de diámetro, que fue bautizado como .500 SW Mágnum.
Por lo visto, su armazón de mayor tamaño hasta ese momento –denominado M–no era suficientemente apto para soportar las presiones del nuevo cartucho (similar a la de un .308 Winchester), por lo que se diseñó uno nuevo denominado X de más fortaleza y con el tamaño adecuado para que su tambor aloje a cinco de ellos. Desde el 1983 y a raíz de la presentación del Freedom Arms .454 Casull, la S&W había perdido la supremacía en revólveres de calibres extremos de producción en serie, y estaban dispuestos a recuperar ese sitio en el mercado.
El cartucho .500 Magnum
Con una vaina de 41,3 mm de largo y una punta de 12,7 mm de diámetro de 350 grains de peso, desarrolla una velocidad de 1.900 pies/segundo, lo que equivale a una energía de 2.495 libra/pie. Con puntas de 275 grains, su velocidad llega a los 2.150 pies/segundo, mientras que con 500 grains desarrolla los 1.460 pies/segundo, performance que supera a algunas cargas comerciales del .45-70 Goverment. Estos simples datos nos dan la pauta de que es perfectamente apto para abatir animales de caza mayor, uno de los usos más difundidos de este calibre.
Contrariamente a lo que se puede pensar –y eso se debe exclusivamente al acertado diseño del arma–, su retroceso es inferior al .454 Casull, el que a pesar de desarrollar menor velocidad/energía (1.500 pps con 350 grains por ejemplo) me ha resultado sencillamente desagradable al dispararlo. Si bien hay que tener en cuenta que un Smith & Wesson 500, también es un arma para tiradores con cierta experiencia.
El revólver
Como ya comentamos, está hecho con el armazón más grande de Smith & Wesson, el X, que fue desarrollado porque ninguno de los armazones existentes de la marca podían resistir la velocidad de boca y las presiones generadas por el cartucho .500 S&W Mágnum. Hoy en día es el revólver de serie más poderoso, siendo publicitado por su fabricante como “el arma corta más potente del mundo”. Existen otros revólveres de gran tamaño, inclusive un monstruo en calibre .600 Nitro Express –el Pfeifer Zeliska–, pero ninguno de ellos fabricado en serie.
El 500 está construido totalmente en acero inoxidable con un excelente ajuste y terminación. Hay versiones con cañones de 70 mm (el Modelo 500ES), de 102 mm, 165 mm, 242 mm y 245 mm, con compensadores estándar o intercambiables en algunos modelos. A estos debemos agregarle ejemplares custom del Perfomance Center, incluido uno con cañón de la marca Lothar Walther.
El acertado diseño y material empleado en el grip, sumado a su peso y los cañones compensados, hace que el dispararlo no sea tan traumático como parece, si bien es un arma para tiradores con cierta experiencia en calibres potentes.
Lamentablemente, en nuestro país la legislación vigente traba cualquier intento por adquirirlo, si bien algunos afortunados han obtenido en su momento un dictamen especial justificando su utilización para caza mayor y, luego de muchos meses y varios trámites, pudieron obtener su Smith & Wesson .500 Mágnum. Gracias a alguno de ellos, tuve la oportunidad y el placer de experimentar esa sensación de disparar el arma más potente del mundo. Bueno… por lo menos es lo que dice Smith & Wesson.
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