Aún en veda, Salada Grande entre las mejores lagunas del país

El frío extremo no le estaba jugando una buena pasada a los cañófilos que visitaban una de las más emblemáticas lagunas del país, que desde hace un par de semanas transitaba la temporada de pejerrey con altibajos. Aunque los portes eran los que nos tiene acostumbrados, las flechas plateadas no querían comer firme y los rendimientos eran muy escasos en cantidad, salvo algunas excepciones en jornadas agradables. Todo cambió este fin de semana, el primero con la veda de la especie en marcha, en esa laguna llena de historias y anécdotas con infinidad de aficionados que han logrado el matungo de su vida en este espejo. Hablamos de La Salada Grande, una inmensa masa de agua que sufrió como pocas las inclemencias climatológicas, al punto de pensar que podía llegar a desaparecer. Y este sábado pasado, volvió a ser la que todos conocimos.

Junto a uno de los experimentados guías que tiene la laguna, Aldo Javier Mola, un grupo de amigos de la ciudad bonaerense de Balcarce visitó este espejo el sábado pasado. Enzo Cichilitti, Miguel Ángel Belarra, Juan Cruz y Diego Mancino, colega de Hablemos de Caza y Pesca, distinguido programa radial que se emite los lunes por Zeta 97.3, en la localidad balcarceña, viajaron ilusionados por el buen clima que se pronosticaba para ese día. No era un fin de semana normal, ya que, con el comienzo de la veda, la laguna venía de cinco días sin actividad cañófila, teniendo en cuenta que, en ese periodo, la pesca se limita a sábados, domingos y feriados.

Nuestros amigos se encontraron con una laguna planchada por momentos, escaso viento en la mayoría de la jornada, y una temperatura muy agradable. Gareteando, con aparejos con boyas chicas lograron hacer la cuota, con ejemplares de muy buen porte, piezas que rondan los 600 a 800 gramos, sumándose algún trofeo de kilo, como acostumbra la laguna. Nos decía Diego que pescaron con mojarra viva, aunque hubo piques que se prendieron al filet de dientudo coloreado de amarillo. Recordemos que, en tiempos de veda, el límite de piezas en este ámbito es de 15 ejemplares y se debe respetar a rajatabla. 

Si las condiciones climáticas acompañan, Salada Grande es alternativa todo el año. Con pejes, y en poco tiempo más, con la buena pesca de tarariras que caracteriza al ámbito. Habrá que agendarla para una próxima salida, tal como hicieron nuestros amigos que ya piensan en volver.