Estos ruidosos y dañinos insectos duran 17 años en estado de ninfas, bajo tierra. Foto: weekend

Su última invasión tuvo lugar en 2004, en 15 estados, incluidos los de Nueva York, Ohio, Illinoi, Georgia y Virginia, entre otros. Foto: Weekend

Para reproducirse la cigarra macho emite un sonido por demás fuerte y molesto para los oídos humanos. Foto: Weekend

BICHITO RUIDOSO

Alerta en EE.UU. ante la invasión de un extraño insecto  

Se trata de una cigarra cuyas larvas pueden permanecer hasta 17 años bajo tierra para luego salir a la superficie en grandes cantidades y dejar su marca en diversos lugares.

Los ciudadanos y las autoridades de varios estados de la costa este de Estados Unidos ya se están preparando para la invasión de un extraño insecto que pasó nada menos que 17 años bajo tierra.

Se trata de la cigarra Magicicada septendecim, popularmente conocida como “Cigarra del Faraón”, cuya última invasión tuvo lugar en 2004, en  15 estados, incluidos los de Nueva York, Ohio, Illinoi, Georgia y de Virginia, entre otros.

Como estos insectos duran 17 años en estado de ninfas, este año harán una nueva y masiva aparición, que se calcula en varios millones de ejemplares, a mediados del próximo mes de mayo, cuando las temperaturas sean bien cálidas.

“Se pueden acumular millones en parques, bosques, vecindarios y aparentemente pueden estar en todas partes”, comentó Gary Parsons, entomólogo de la Universidad Estatal de Michigan en una nota al diario inglés The Guardian  “Cuando son tan abundantes, vuelan, aterrizan y se arrastran por todas partes, incluso aterrizando ocasionalmente sobre humanos”, agregó el especialista

La cigarra

Esta particular cigarra se destaca por sus enormes y profundos ojos de color rojo, por su cuerpo oscuro y por sus llamativas alas anaranjadas. En tanto que sus ninfas permanecen bajo tierra muchos años, siendo los líquidos emanados de las raíces de los árboles su principal fuente de alimentación.

Luego de durar muchos años en estado de ninfa, salen de la tierra con el objetivo de reproducirse y se posan sobre los árboles donde cambian de piel, abandonando su cuerpo anterior sobre la corteza.

Pero lo más molesto es que, para reproducirse, emiten un por demás fuerte y molesto sonido que atrae a las parejas reproductivas. De hecho, el sonido puede alcanzar hasta los 100 decibelios.  

Lo realmente curioso es que el infernal silbido es emitido por las cigarras machos en una suerte de competencia ya que la que más ruido hace es la que atrae a la mayor cantidad de hembras.

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