Un horno: en este planeta la temperatura alcanza los 3.000 grados centígrados

Ubicado a 850 años luz de la Tierra, el exoplaneta WASP-121b no es lugar donde el humano podría vivir. Esto se debe a que su atmósfera alcanza temperaturas de hasta 3.000 grados centígrados. El calor es tal que incluso el metal se vaporiza. Esto se debe a la proximidad de su estrella anfitriona.

Un equipo de astrónomos se ha dedicado a estudiar la atmósfera de este planeta y han encontrado 7 tipos de metales flotando en forma de vapor. En el 2017 ya se habían encontrado agua, aunque no se contempló la posibilidad de que pudiera albergar vida.

Para estudiar la atmósfera de un exoplaneta es necesario que este pase entre la Tierra y su estrella anfitriona. Con estas condiciones dadas, parte de la luz de la estrella pasa a través de la atmósfera del planeta. Además, algunos elementos atmosféricos provocan que la señal emitida no sea muy fuerte y tenga mucho ruido.

Para obtener un espectro fuerte para el WASP-121b, los astrónomos utilizaron el instrumento espectrógrafo HARPS del Observatorio de La Silla del Observatorio Europeo Austral.

Al analizar su atmósfera se encontraron con la presencia de vanadio, un metal raro, pero además había evidencias de hierro, cromo, calcio, sodio, magnesio y níquel.

"Todos los metales se evaporaron debido a las altas temperaturas que prevalecen en WASP-121b, asegurando así que el aire en el exoplaneta consiste en metales evaporados, entre otras cosas", explicó Jens Hoeijmakers, astrónomo suizo que encabezó la investigación.

El WASP-121b pasó a considerarse uno de los jupiteres calientes. Estos son planetas muy misteriosos, y estudiar sus atmósferas puede ayudar a entenderlos mejor. Qué hay en sus atmósferas puede ayudar a averiguar si se formaron allí, o si migraron hacia el interior desde una órbita más lejana, así como a investigar la posible existencia de vida extraterrestre.