Vacaciones familiares en un all inclusive cerca de Punta del Este

Tiene más de 60 años pero no se nota. Es que Tío Tom Arenas, además de ser un clásico de la costa uruguaya (está en Portezuelo apenas a 16 Km de Punta del Este y a 5 del aeropuerto Laguna del Sauce), supo renovarse y después de la pandemia comenzó a ofrecer un completo servicio all inclusive que comprende actividades deportivas y recreativas, una playa preciosa con sombrillas y reposeras, una enorme pileta, alimentos sabrosos durante todo el día y una atención muy cálida. ¿El alojamiento? Pues en 60 modernas cabañas rodeadas de verde con todo lo necesario para estar cómodos, frescos y a gusto. Como dice Roberto Planas, "Les damos todo para que no tengan que preocuparse por nada". Es real y un gran alivio para las vacaciones, sobre todo cuando se viaja con niños o son varios en el grupo familiar. 

Ya al arribar todo es descontraturado. Ubicado en el Km 115,5de la Ruta Interbalnearia. Tienen un combo muy conveniente con Colonia Express que lleva en barco hasta Colonia y luego en un micro que va hacia Punta del Este y tiene parada en Tío Tom. Es muy práctico. Solo hay que caminar dos cuadras hasta el ingreso del complejo. Luego de que nos colocan la pulsera que indica que somos huéspedes (los vacacionistas suelen contratar una semana completa de estadía) ya estamos listos para disfrutar de las instalaciones y recorrer el predio.

Son 4 ha de parque con sectores comunes, un restaurante enorme y el bar L' Galeon (donde hay tragos y música al terminar la jornada), un teatro con shows familiares todas las noches, que también sirve de espacio para algunas actividades infantiles y juveniles, sectores para hacer yoga con la adorable Micaela, stretching, un circuito fitness muy popular. A esto suman clases de aqua gym muy energéticas y caminatas por la playa. El maestro de ceremonias de la mayoría de estas actividades deportivas es Danilo, quien con sonrisas y mano firme conduce a la tropa en cada momento, arengándolos para que se sumen o coordinando partidos de beach voley o fútbol playeros. Un gran hallazgo de Tío Tom, una persona que recuerda los nombres y las situaciones personales de cada uno de sus alumnos de años anteriores que mejora el rencuentro.

Además el kids club tiene horarios y los chicos están separados por grupos de edades: de 4 a 7, de 8 a 11 y de 12 a 16. Todos conviven en armonía e incluso comparten algunos momentos. La presencia infantil es uno de los fuertes del lugar, pues mientras ellos están entretenidos, los padres pueden relajarse y compartir buenos momentos con otros adultos.

La joya de la corona

Pero si Tío Tom es un clásico de los veranos para muchas familias, como lo ha sido a lo largo de seis décadas, es por una playa maravillosa a la que se accede luego de subir y bajar unos médanos grandes que reparan del viento al complejo. Es amplia, no demasiado concurrida y tiene un parador muy bonito, ideal para disfrutar del sunset. Los servicios de sombrilla y sillas están incluidos en el paquete, no así las comidas y bebidas del parador, que te toman como un extra. 
En verdad no hace falta mucho pues ni siquiera quema la arena aquí, el mar ofrece todas las opciones: calmo unos días y picado otros, y los adoradores del sol tiene suficiente espacio para tirarse a disfrutarlo. Además, la vista de la costa permite divisar Solanas, Casapueblo y allá a lo lejos, Punta. Por eso la caminata que propone Danilo es tan buena, ya que se va recorriendo la gran extensión mientras se vislumbran las casas de la costa y se disfruta de un espacio amplio, donde la gente no necesita estar amontada para pasar las vacaciones. Es un gran imán para los argentinos que suelen elegir esta propuesta cada año. Vale la pena recordar que solo abren en verano y en este 2023 intentarán extenderlo hasta Pascua.

Además de las actividades (o la falta de ella) el otro punto importante en un all inclusive es la comida. Aquí la hay en abundancia con horarios diferenciados para el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena, que se toman en los dos espacios de que dispone el lugar. Todo está bien pensado aquí ya que tienen estaciones de pizza (al horno de barro), pastas, ensaladas y asado, a los que se suma cada noche una opción gourmet que puede ser pollo stogonoff o fideos especiales, según la ocasión. Hay tanta variedad que en una semana es imposible probar todo. Mejor ir directamente a lo que a cada uno le gusta. La satisfacción está asegurada. Y la noche culmina con un espectáculo distinto cada día, a cargo de cantantes y bailarines excelentes, y barra libre con música junto a la arena.

En verdad es un combo completo y, si todavía estás pensando adónde escaparte, quizás éste sea el que más te convenga pues está muy bueno. Precios: U$S 2.500 la semana en family plan (dos adultos y dos niños), incluye wifi y estacionamiento individual. Las cabañas están equipadas con una mini cocina que incluye pava eléctrica, microondas y vajilla, así como amenities de ducha.