En Punta Indio, el aire del río y la exuberancia de la vegetación se conjugan con la tranquilidad y la hospitalidad de los pueblos rurales que apuestan al turismo comunitario para compartir con los visitantes historias y costumbres que forman parte de su identidad. Este municipio, que se encuentra a 110 kilómetros de la capital bonaerense y a 150 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), propone una estadía de descanso en un ambiente campestre y ribereño. Está ubicada a orillas del Río de la Plata, rodeada por el Parque Costero Sur (declarado como Reserva de Biosfera por la Unesco) y cuenta con tres playas que invitan a conectar con el relajante sonido del oleaje.
El balneario El Pericón es ideal para animarse al desafío de los deportes náuticos como el kitesurf o para llevar adelante el tradicional ritual de la pesca. También se podrá disfrutar de un almuerzo en los establecimientos gastronómicos del lugar o en las mesas y bancos dispuestos bajo los ceibos. Allí los turistas tendrán la posibilidad de deleitarse con el sabor casero de licores, dulces, mermeladas, conservas y alfajores que comercializan productores locales en el espacio de la feria artesanal. Y es donde se emplaza la oficina de turismo, punto de partida de los circuitos autoguiados en los que se podrán observar diferentes especies de la fauna y de la flora del Parque Costero Sur. El sendero del arroyo Villoldo recorre el trayecto donde crecen: tala, sombra de toro, molle y coronillo. Además se podrán sorprender con los aleteos y la belleza de la mariposa bandera argentina.
En el itinerario del Coronillo Abuelo se llega hasta un árbol de 350 años que creció en medio de un bosque de tala, y por su antigüedad es considerado patrimonio histórico, mientras que en la playa El Sarandí además de la práctica de pesca y actividades náuticas permiten el acampe en instalaciones del predio municipal, donde visualizar la profundidad del cielo nocturno será una experiencia única. Asimismo, el murallón es una excelente opción para los aficionados a la pesca embarcada ya que posee bajada de lanchas.
El circuito de los monumentos es otro de los imperdibles de Punta Indio. En El Pericón se levanta una obra realizada en hierro que homenajea a los querandíes, primer pueblo originario que habitó esta región. Cerca de aquí se encuentra el Guardián de la Cruz del Sur, una escultura de más de veinte metros de altura construida de manera colectiva. El recorrido se completa con el monumento a la mariposa bandera argentina ubicado en el arco de la Sociedad de Fomento.
Más actividades para hacer
- Cicloturismo por caminos rurales: Álvarez Jonte, poblado fundado durante el siglo XIX en torno a las vías del ferrocarril, se destacó por sus chacras y su producción ganadera. Sus habitantes llevan adelante diferentes actividades para que los turistas conozcan su identidad. Una de las propuestas consiste en recorrer en bicicleta los caminos rurales. Durante las salidas, que parte desde el Club Social y Deportivo Álvarez Jonte, los ciclistas podrán contemplar la vegetación y la fauna de la región, visitar establecimientos productivos, edificios históricos, antiguos almacenes de campo e instituciones comunitarias.
- El Pueblo Turístico de Pipinas fue unos de los primeros en desarrollar el turismo de base comunitaria a nivel provincial, a partir de que un grupo de pobladores logró recuperar el hotel que perteneció a la fábrica cementera CORCEMAR. Hace casi veinte años conformaron una cooperativa y se enfocaron en diseñar distintas propuestas para promover la actividad turística. Crearon circuitos autoguiados como el Centro Cívico y Espacial; el Deportivo y Recreativo; y el Museo a Cielo Abierto de Pipinas (MAPI). En el primer recorrido se visita la réplica del proyecto Tronador II desarrollado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), a la estación de trenes, a la iglesia y a la plaza, donde se encuentran los monumentos a Las Pipinas y a las Madres de Plaza de Mayo. También se encuentran senderos que honran a habitantes locales reconocidos por su trabajo colectivo. Durante el segundo itinerario los turistas disfrutarán del predio arbolado en el complejo deportivo, de las distintas canchas, de las piletas de natación y de las parrillas, con posibilidad de acampar. El Museo a Cielo Abierto, finalmente, impacta con la belleza y los colores de los murales que fueron pintados por prestigiosos artistas en conjunto a pobladores del lugar. El MAPI es un proyecto comunitario de intervenciones artísticas en la localidad. Dentro del circuito se destaca el sendero turístico educativo “Un gigante, cenizas para el recuerdo”, creado por estudiantes de escuela secundaria que se inspiraron en la chimenea de la ex cementera para contar la historia productiva del pago.
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