Ubicado en la ciudad entrerriana de Concordia, el histórico Palacio Arruabarrena acaba de ser declarado Monumento Histórico Nacional, mediante el decreto 72/21, que fue publicado en el Boletín Oficial y que lleva la firma del presidente de la Argentina, Alberto Fernández.
“La declaratoria de Monumento Histórico Nacional es un punto de partida para reforzar los trabajos de puesta en valor que estamos realizando desde las Secretarías de Coordinación de Gestión y de Desarrollo Urbano. Nos da un impulso para continuar en este camino”, expresó la directora del Museo Regional Municipal Arruabarrena, Silvana de Souza Frade, en una entrevista concedida al diario El Sol de Concordia.
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“Es un logro del trabajo en equipo que se realiza, estamos muy emocionados y contentos con la noticia. Las gestiones se iniciaron en el año 2018 y se continuaron en esta gestión con el acompañamiento del intendente Alfredo Francolini. Fue un trabajo que demandó mucho esfuerzo y hoy dio sus frutos”, agregó la funcionaria entrerriana.
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El capricho de Arruabarrena
Nacido el 8 de agosto de 1859 en Gualeguaychú, Entre Ríos, Arruabarrena fue un importante miembro de la Sociedad de Concordia, fundador del Frigorífico Yuquerí, del Club del Progreso, de la Sociedad de Beneficencia y, además, donó tierras para la construcción de la escuela y la iglesia de la ciudad.
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Durante un viaje a Francia, Arruabarrena se alojó en una residencia cuya belleza y diseño arquitectónico lo cautivaron tanto que, inmediatamente a su regreso al país, no tuvo mejor idea que comprar los planos y encargarle al arquitecto alemán Gabriel Dulin y al constructor Luis Pepey que levantaran una mansión idéntica en la esquina de Entre Ríos y Ramírez, en Concordia, frente a la céntrica Plaza Urquiza.
Lamentablemente, no la pudo disfrutar mucho ya que tras casarse con Dominga Ignacia de la Cruz, el 3 de julio de 1925 una enfermedad por entonces incurable terminó con su vida.
El Palacio Arruabarrena
Compuesto por cuatro plantas en medio de un inmenso y colorido jardín con rejas, la fachada cuenta con dos atlantes a modo de ménsulas y con dos grupos escultóricos, ubicados en otros ángulos, cuyas figuras centrales sostienen unos artefactos de iluminación en forma de antorcha.
El “porche” está tratado como “loggia”, con tres amplios balcones terrazas y el coronamiento del edificio conformadas por tres mansardas de pizarra en las que se abren ventanas elípticas y circulares, habitaciones destinadas al personal.
Mientras el acceso al edificio se realiza a través de una amplia escalera de mármol de carrara, la planta baja destinada a la recepción cuenta con un salón comedor, una sala de música y con viejo escritorio familiar.
El edificio contaba con ascensor y una decoración interior acorde al estilo, en tanto que el piso del basamento corresponde a un semisótano destinado a la cocina y a la despensa.
Tras la muerte de Arruabarrena, los herederos le vendieron la propiedad al gobierno nacional, quien lo destinó al Comando de la Segunda División de Caballería. En 1973 se inició el trámite para que el edificio pasara al patrimonio provincial, lo que, finalmente, se formalizó el 13 de enero de 1984, con la firma por decreto del entonces presidente municipal de Concordia, el doctor Jorge Busti.
Desde entonces, mientras los trabajos de restauración del edificio que estuvo a punto de demolerse siguen su curso, el lugar funciona como sede del Museo Regional Municipal “Palacio Arruabarrena” que cuenta con una valiosa colección de objetos, entre los que se destacan mobiliarios, utensilios, vestimentas, armas antiguas, monedas y fotografías.
Además, en sus salas temáticas se llevan a cabo diferentes muestras que abordan los momentos históricos más importantes de la ciudad y de la región.
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