Hervás es una joya en el norte de Extremadura, enclavada en el valle del Ambroz, un paraje natural de gran belleza. Este municipio es un destino ideal para quienes buscan combinar historia, cultura, naturaleza y gastronomía. Goza de una ubicación estratégica en la falda de la Sierra de Béjar, dentro del pintoresco valle, al norte de la provincia de Cáceres. Se encuentra a una distancia accesible de importantes ciudades, situándose a 123 km de Cáceres capital y a 90 de Salamanca. Esta proximidad facilita su conexión con la región, convirtiéndolo en un punto de partida ideal para explorar el entorno.

Su historia se remonta a tiempos prerromanos, aunque su relevancia creció exponencialmente durante la Edad Media. En el siglo XII, este territorio se integró en el Reino de León, consolidándose como un enclave estratégico gracias a su ubicación privilegiada rodeada de montañas y surcada por el río que da nombre al valle. Un capítulo particularmente fascinante de la historia de Hervás es su profunda conexión con la comunidad judía. Durante los siglos XIV y XV, el pueblo acogió a una importante población sefardí que dejó una huella indeleble en su fisonomía y cultura. A pesar de la expulsión de los judíos en 1492, el legado de esta comunidad perdura vívidamente en el Barrio Judío, un laberinto de calles estrechas y empedradas que transportan al visitante a otra época.
Entonces, antes que nada hay que visitarlo como el conjunto histórico-artístico declarado como tal en 1969. Sin dudas es su mayor atractivo, ya que se trata de uno de los mejor conservados de España. Como toda etnia, los judíos comenzaron a agruparse para vivir y protegerse. Así crearon estas calles estrechas y empinadas, con casas de adobe y entramados de madera de castaño, con grandes balcones que casi invaden las calles angostas y sinuosas. Se destaca la "Callejilla", considerada una de las más estrechas del país (mide 55 cm de ancho). En este barrio, en el umbral de las casas más antiguas hay una placa con el nombre de la familia que vivió allí.

Santander, la joya del norte de España
Se encuentra en las cercanías de Plasencia y se identifica enseguida por sus casitas muy cercanas unas a otras, abigarradas, de dos o tres plantas, con tejas que se prolongan desde el techo hasta el primer piso. Hervás es pequeña y con mucho verde. Eso se ve perfectamente desde el castillo que domina la colina, donde se consigue una vista general del pueblo y de sus cultivos escalonados. De allí, como de muchas otras ciudades de esta zona, parten senderos de trekking que se van adentrando en un boque en galería y terminan en una cascada.

Castillo e iglesia a la vez
Ya recomendamos subir hasta el Castillo de Hervás, una edificación defensiva cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Está situado en la parte más alta de la población y queda poco porque sobre sus cimientos se construyó la Iglesia de Santa María de Aguas Vivas. El conjunto ofrece unas vistas espectaculares del casco antiguo y de todo el valle del Ambroz, pues está en el corazón de la ciudad. También se puede visitar el Convento de San Juan Bautista, con una imponente fachada rosada de estilo post-herreriano (foto abajo).

Una de las postales más emblemáticas de Hervás es el Puente de Hierro sobre el río Ambroz y otro, medieval, conocido como de la Fuente Chiquita, que es muy pintoresco. También, pese a ser una ciudad pequeña, tiene sus museos, como el Pérez Comendador-Leroux, ubicado en el Palacio de los Dávila, una casona del siglo XVIII que exhibe el legado escultórico y pictórico del matrimonio que fue su propietario original; y el de la Moto y el Coche Clásico, con su curiosa colección que atrae a los amantes del motor.

En las construcciones, aún en las más recientes, se aprovecharon restos antiguos de otras casas como unas columnas visigodas que sostienen el tejado de una morada más moderna. Sorprendente.

Y otra curiosidad es la casa del señor que se dedicó a coleccionar cactus de todo tipo y ahora abarrotan la entrada de su hogar. Se puede acceder sin impedimentos para ver todo lo que ha logrado en años de pasión (foto arriba).

Allí hay una hospedería muy moderna por dentro y clásica por fuera. Las hospederìas son los hoteles que la Junta de Extremadura instaló en su territorio, similares a los Paradores, con todos los servicios y un precio acomodado. Sus interiores se pusieron en valor rescatando lo histórico del edificio en el que se encuentre: el Hotel Valle del Ambroz (foto arriba) es un ejemplo de estos alojamientos de 4 estrellas que componen la Red, situados en lugares de gran belleza, sobre edificios históricos y singulares, minuciosamente restaurados: palacios, conventos y casas señoriales.





























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