Históricamente, los primeros lugares de recreación en cualquier ciudad se sitúan en sus alrededores cercanos. Lo fueron Adrogué, Morón, Vicente López o Quilmes en torno a la capital argentina. Con el crecimiento del conurbano, que estos sitios dejaron de ser atractivos para descansar y se extendieron los radios hacia el Interior. Este fenómeno está a pleno en la década de 1970, cuando inicia su derrotero revista Weekend.
La primera nota de miniturismo, en octubre de 1972, está dedicada a Junín. Fue escrita por Rubén Torres y marca los parámetros que hasta hoy determinan este tipo de artículos: mucha información para el que quiera visitar ese lugar. Por ende, figuran direcciones y teléfonos de alojamientos, restaurantes, atractivos turísticos, pequeños mapas orientadores…
En el segundo número, el turno es para San Antonio de Areco y surge otro detalle importante que muestra el valor asignado a la información precisa para el lector: se anuncia que los precios que se mencionan en la nota son anteriores al aumento de tarifas. Hoy debería ser un texto fijo.
En el tercer número se releva General Belgrano. No es casual que todas sean localidades más o menos cercanas a Buenos Aires y el Gran Buenos Aires: es el lugar donde, por haber más habitantes, también hay más compradores y la tirada es más fuerte que en otras partes del país. De esta presunción que se torna realidad en las ventas emana el nombre de “miniturismo” o turismo “chico”, de poco viaje y corta duración. En esta edición se inicia también una costumbre que, en forma irregular, repetirá Weekend en otros años: se imprime con un cupón numerado para ingresar sin cargo al balneario Lago de Plátanos, frente a la estación del Ferrocarril Roca que lleva ese nombre.
En el número cinco se elige a Zárate (foto arriba) como destino y ya se ven, en una foto, los comienzos de la construcción del puente vial que la unirá con Entre Ríos y tardará un lustro en ser inaugurado. Al mes siguiente es relevado Arrecifes, sobre la Ruta 8.
Resulta muy curioso hoy en día que, en los primeros veranos, se hagan notas para visitar lugares de recreación, especialmente con piscina, en sitios actualmente muy urbanizados como La Tortuga Federika pasando San Miguel, las piletas de Villa Albertina (Banfield), La Salada (Ingeniero Budge) o un almuerzo en El Chancho Rengo, Ruta 8 Kilómetro 32.
Afortunadamente hubo muchos lugares de miniturismo que llegaron hasta nuestros días y fueron objeto de numerosos artículos en distintas ediciones, como Tigre, Chascomús, Navarro, Monte (foto arriba) o Lobos. Cambiaron las rutas, al menos algunas son autopistas, la velocidad y confort de los autos, los costos de la nafta y ciertas costumbres, pero las ganas de hacer una salida corta siempre están presentes en los lectores.
Comentarios