Cinco meses al año. Ese es el tiempo en el que las yubartas, ballenas jorobadas que al llegar a la adultez miden entre 12 y 16 metros de largo y pesan hasta 36.000 kilos, se adueñan de la costa del Pacífico colombiano para reproducirse y enseñarle a sus crías los primeros secretos de la increíble vida submarina.
Entre julio y octubre, su ritual de existencia aumenta el encanto de ese paraíso natural que ya es el Parque Nacional natural Uramba Bahía Málaga, cercano al pequeño pueblo de Juanchaco. Este lugar habitado por gente encantadora de raza negra en su totalidad, se transforma en el criadero del 25% de las ballenas jorobadas que nacen en todo el mundo.
Cuando las yubartas crezcan van a recorrer hasta 25.000 kilómetros en busca de aguas que convertirán en su propio yacuzzi natural. Hasta que eso ocurra, los turistas que coincidan en la región del Parque con los casi 5.000 habitantes que hay aquí, tienen la oportunidad de observarlas de cerca y alimentar su capacidad de sorprenderse.
No sólo se puede disfrutar por U$S9 del avistaje de ballenas jorobadas en esta zona en la que llueve 200 días al año, sino también de paseos en kayak, lancha y canoa, además de caminatas. Nunca se agrupan más de cuatro embarcaciones en derredor de una madre y su cría. Hay que respetar la distancia de seguridad para no estorbarlas.
Tres hoteles que son un destino en sí mismos
El lugar es ideal para pasar unas hermosas vacaciones redescubriendo los placeres que ofrece la naturaleza, recorrer montañas de roca, cavernas y preciosas cascadas. Un paseo en canoa hasta los asentamientos indígenas dentro de la selva, y conocer cómo viven estas comunidades nativas rodeadas de la flora y la fauna autóctonas, sobre todo, aves preciosas, es un deleite.
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