Todo remero de kayak o canoa se ha imaginado en algún momento la situación de soltar el remo y extraviarlo en las aguas. Esto puede acontecer por una distracción, por un vuelco, por una escorada súbita que nos hace soltar la pala, por un rol fallido o bien por el golpe de una ola que nos suelta el remo de las manos. Un kayakista sin la pala es muy vulnerable al mínimo oleaje, al viento y es proclive a la pérdida de equilibrio. Quien ha pasado por este trance no lo olvida fácilmente y con seguridad adquirirá una segunda pala, la de repuesto. Esta situación, por demás comprometida para el tripulante, demanda de una acción rápida para recuperar la pala.
Cuando se pierde la pala
Contra lo que muchos suponen, casi todos los palistas inexpertos o expertos se han visto en el apuro de perder momentáneamente la pértiga, en esta situación de zozobra se toma conciencia de la importancia del propulsor, nuestro vital instrumento de navegación. Frente a la pérdida, lo primero es mantener la calma e intentarnos impulsar y equilibrar el kayak con las manos, tratando de bajar el centro de gravedad para evitar el vuelco. El movimiento de bogar con los brazos lo efectuaremos de adelante hacia atrás tratando de ganar velocidad para alcanzar la pala. Haremos varios intentos hasta lograr acercarnos a la pértiga. Si esto falla trataremos de pedir ayuda a nuestros amigos o a otros navegantes.
Regla de oro
Nunca abandonaremos el kayak para intentar nadar hasta la pala, esto es una regla de oro, la embarcación es siempre un excelente flotador. Si el kayak tiene la suficiente estabilidad seguramente podremos efectuar varios intentos hasta alcanzar la pala. Ahora bien, cuando el kayak resulta muy inestable es preferible avanzar de manera controlada para no volcar y sumar otro problema. Si el extravío ocurre en condiciones de oleaje y estamos acompañados por otros remeros, es preferible quedarse manteniendo el equilibrio y que uno de nuestros amigos nos acerque la pala, ya que al impulsarnos con las manos podemos terminar volcados, sobre todo si el viento o el oleaje arrecian.
La pala de repuesto
Claro que si el kayakista o canoero cuenta con una pala de repuesto, de las que se parten en dos y la tiene ubicada en el codaste de su kayak tiene el problema casi resuelto, ya que solo tendrá que armarla para continuar remando y recuperar su pala. No obstante son pocos los kayakistas locales que incluyen en sus equipos palas de repuesto. Debe quedar claro que un remo adicional es un elemento imprescindible del palista expedicionario.
En travesía
Durante un viaje de varios días siguiendo solitarias líneas de costa puede resultar en un problema serio extraviar el remo, ya que se perderá el instrumento de propulsión que es muy difícil de improvisar en la naturaleza. Por esta razón es imprescindible (en algunos países es obligatorio) que por cada dos kayaks se tenga una pala de repuesto. Asimismo, es importante colocarle a la pértiga un pequeño cordín de sujeción que ataremos al kayak o a la muñeca de la mano de manera que siempre quede seguro.
Nota completa publicada en revista Weekend 535, abril 2017.
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