Waders, el aliado indispensable del pescador

Llega el verano y muy probablemente la necesidad de adquirir un wader. Los escenarios pueden ser muchos: tarariras en las lagunas bonaerenses, truchas en la Patagonia o simplemente pesca de costa de mar o lagunas en mañanas o tardes frescas. Y sin distinción alguna del tipo de modalidad: mosca, spinning, bait casting, pejerrey o pesca con carnada en el ámbito que se nos ocurra. 

El wader es uno de los implementos más importantes en la pesca costera y el más representativo del vadeo. Nos mantiene secos y aislados del frío, ya que funcionan como pantalones impermeables que permiten ingresar a las aguas con total comodidad. También nos aleja de ciertos patógenos de las aguas dulces estancadas, como bacterias, piques y sanguijuelas.

Dentro de un abanico que no para de crecer, los podemos dividir en tres grandes grupos. Los modelos de PVC y/o Nylon, que se destacan por su economía y son muy usados en aguas cálidas. Los de neoprene, de precio medio, se utilizan exclusivamente en aguas frías. Los waders respirables representan la máxima evolución en el vadeo, ya que transpiran bajo el agua y disipan mejor el calor, brindando mayor comodidad y libertad de movimientos.

Tanto en pesca con mosca, spinning o carnada (según las especies o reglamentaciones) el vadeo permite colocarnos muy cerca de los peces, sin ruidos y alteraciones, aumentando drásticamente la efectividad de nuestra pesca. Con muchas especies, como truchas o tarariras, resultan prácticamente indispensables. En estos tres tipos, existen muchos tipos y calidades. 

Waders de PVC o Nylon

Es el modelo o material más básico y económico. Para muchos es el primer wader de sus vidas y existen modelos terminados con medias o botas incorporadas. Una ventaja es que ocupa poco espacio, es el más barato y es apto tanto para aguas cálidas o frías, aunque en este caso, hay que usar una ropa interior térmica. Es ideal para los que necesitan algo económico para, por ejemplo, bajar un bote. En contrapartida, este tipo suele condensar la respiración y son más fáciles de pinchar o romper, obligando la mayoría a un manejo y guardado cuidadoso. Hay que destacar que, en casos de caer al agua, se llenan completamente de agua y no poseen la flotación del neoprene. 

Waders de neoprene

Los waders de neoprene aparecieron a principios de la década del 80 y por largos años resultaron “lo mejor” en pesca de truchas, básicamente por su durabilidad y por su gran aislación al frío. En nuestra opinión son excelentes para la pesca en Patagonia, a excepción de lo más cálido del verano. Son indispensables en situaciones de muchas horas de vadeo profundo en aguas gélidas. Insuperables para el uso de belly boats, muy seguros en casos de chapuzón por ajustar más al cuerpo y brindar menor ingreso de agua y por tener flotación positiva. Por su espesor son bastante resistentes a pinchaduras o abrasión. Poseen una larga vida útil. En caso de pinchaduras, por su textura porosa, son fácilmente reparables con Aquaseal u otras técnicas caseras. Como desventaja, son de ocupar espacio y no son ideales para aguas o días cálidos. Son menos cómodos que los respirables. 

Wader respirable

Se llaman así porque están confeccionados por membranas que dejan salir las moléculas de transpiración, pero son completamente impermeables al agua. Ello los transforma en sumamente frescos y cómodos. Como ventaja se destaca su confort, ya que ningún otro es tan cómodo y versátil, generando caminatas muy disfrutadas y, sin dudas, quien haya usado este wader difícilmente querrá ponerse otro, ya que se los siente como un pantalón holgado y visualmente es el que mejor viste. Útil tanto en aguas frías, con ropa térmica interior, como en aguas cálidas. De los tres tipos, es el único que permite eliminar las moléculas de transpiración aún bajo el agua, evitando condensación o sofocones. Una gran cosa a favor es el lugar que ocupa, el menor de todos, y si somos cuidadosos en su uso y guardado, provee muchas jornadas de vida útil. En contrapartida, podemos enumerar tres complicaciones. En principio el valor, es el más caro. También es el más complicado para reparar y fácil de romper al caminar entre arbustos y plantas espinosas, esto por el fino espesor de la membrana. Claro está, dentro de este segmento hay infinidad de modelos y calidades, encontrando algunos que están construidos por dos espesores, ya que tienen un material de 3 capas para la parte superior y 4 capas para la parte inferior lo que ofrece movilidad y transpirabilidad mientras se vadea o camina, asegurando mayor durabilidad. 

Independientemente de cual prefiera el pescador, su uso nos brindará mayores comodidades en la pesca. No es indispensable, pero allanará un montón de caminos y nos permitirá disfrutar aún más de nuestra actividad.