Se trata del más voraz de la familia de pejerreyes que integran babosos, escardones y panzones. Hablamos del corno, también conocido como Manila o colita amarilla, un pez que despierta un magnetismo único en los aficionados. La especie ya pica en territorio bonaerense y eso es una gran noticia para los miles de cañófilos que buscan a este pez que extiende su presencia desde Santa Clara hasta Tierra del Fuego e Islas Malvinas.
Los primeros reportes fueron en pleno marzo cuando se empezó a dar muy firme en las costas rionegrinas, algo que suele ser normal, ya que la especie tiene una fuerte presencia en la región, a diferencia de su actividad en el litoral bonaerense, que, desde hace muchos años, es muy irregular. Promediando mayo, el guía Fernando Riera dio con los primeros colita amarilla en Bahía San Blas, fiel reflejo del remonte de la especie. Ahora, la información que surge promediando el mes de junio, ya con el inicio del invierno, tiene que ver con la captura de los primeros en balneario Orense.
El informe lo brindó nuestro colega y amigo Omar Calafate en su tira semanal radial de Pasión por la Pesca en FM Zeus de Tres Arroyos. El popular Califa junto a un grupo de amigos dio con cuatro capturas en una incursión por las playas de Orense. Su localidad es uno de los puntos neurálgicos para el manila en territorio bonaerense, siendo los sectores que más ha aparecido en el último tiempo. Otros destinos que sobresalen son Claromecó, también San Cayetano y el sur de Necochea, todo pensando en lo que fue la pasada temporada.
Icónica su captura en Mar del Plata y Miramar en otros años, hoy la especie, y conforme avanzan las temporadas, va dejando de visitar estos puntos centrales que, temporadas antes, mostraban una nutrida concurrencia en sus playas para disfrutarlos. Los aficionados ven con desánimo resultados nulos, con escasas capturas. Para muchos estudiosos la especie acortó sus kilómetros de migración. Para otros, las condiciones climáticas la obligan a quedarse más cerca de su sector permanente y predilecto (el Golfo San Matías, en Río Negro) y hay también quienes aseguran que están, pero no se acercan a la costa. Un dato que resulta revelador: las últimas pescas realmente importantes en Miramar, Mar del Plata, Santa Clara o Mar Chiquita, datan de 2012. Sí, pasaron 13 años (salvo algunas tenues apariciones nocturnas en los años 2013, 2015 y 2016).
El anhelo y la confianza está en dar con ellos, el corno apareció lentamente y los pescadores sueñan con su irrupción en cualquier momento en firme. Como bien dicen, la ilusión es lo último que se pierde.
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